Como ya sabéis soy una gran defensora de la lactancia materna. Desde el momento en que supe que estaba embarazada empecé a interesarme por el tema y, además de realizar un aprendizaje «autodidacta» a base de leer un montón de webs, blogs y libros como el impresindible Un regalo para toda la vida de Carlos González, hace un año y medio más o menos empecé a acudir a un taller de lactancia para compartir experiencias con otras mamis.

Al principio iba para «aprender» y saber «de que iba aquello» pero luego, cuando ya «sabía más» y descubrí lo útil y enriquecedor que era, seguí yendo para ayudar a otras mamis recientes en todo lo que podía.

Llegado este punto decidí que debía hacer el curso de asesora en lactancia materna para seguir asesorando a las nuevas mamás de la mejor manera posible, combinando mis vivencias propias y mis conocimientos autodidactas con una formación detrás para respaldarme y darme más argumentos que explicar a las mamás.

Os cuento todo esto por dos razones:

• Como «introducción». Porque el curso me está gustando mucho y hay frases y situaciones que he escuchado en clase que me han encantado, que creo que no deben perderse y que me gustaría que leyérais… y por eso tengo pensado crear futuros posts sobre todo ello.
• Como disculpa. O más bien como explicación… sólo quería contaros que mi «ausencia» de estas últimas semanas se debe básicamente al curso ya que esta semana es la fecha límite para la entrega del borrador del trabajo final del mismo y voy de cabeza. Os intentaré compensar mi desaparición del blog de verdad.

Ya para finalizar sólo quiero deciros que si tenéis alguna duda sobre lactancia materna me la expongáis y os intentaré ayudar, que para eso estamos ;).