Hoy quiero hablar sobre las niñas y los pendientes porque es un tema que me ha generado muchos dudas desde que nació Emma.
En España está muy extendida la costumbre de agujerear las orejas y poner los pendientes a las niñas cuando son bebés, sobre todo pensando en que «de mayor se los pondrá ella igualmente y cuando son bebés se enteran menos» y porque «las nenas están más monas y sin pendientes parecen nenes«.
Por eso es muy común ver a bebés pequeñitas a las que les ponen los pendientes a los pocos días de nacer e incluso, en ocasiones, en el mismo hospital.
Mi experiencia con Emma
Cuando nació la peque me asaltaron un montón de dudas y no sabía que hacer. Yo no tenía muy claro si quería hacerle los agujeros o no. En mi entorno familiar todo el mundo me decía que estaría monísima, que era mejor y finalmente decidí ponérselos. Es en la única cosa en la que me he dejado influir desde que me quedé embarazada y creo que me arrepentí desde el primer momento.
No dejaba de darle vueltas en mi cabeza, tenía un «run, run» constante y no sabía si era la elección correcta o si había cometido un error… y que cuando tomas una decisión sigas dándole vueltas en tu cabeza no significa necesariamente que has tomado la decisión errónea, pero sí significa que tú no estabas segura al 100% de que era lo que debías hacer… y entonces no deberías haberlo hecho.
Por eso, aunque en mi cabeza «ya había metido la pata», finalmente decidí quitárselos y me liberé un poquito. Y digo un poquito porque en el fondo aún me reconcome la culpa por haber «mutilado» a mi peque de esa manera, por haberle hecho esa herida y por no haber oído la voz interior que desde el principio me decía que no se los pusiera.
Habrá quien piense que quitar los pendientes tras unos cuantos meses puestos es una tontería y quizá tengan razón, pero mi alma lo necesitaba. Y aún albergo la esperanza de que se le cierren los agujeros.
También espero que el día de mañana a mi reina no le moleste ninguna de las dos decisiones (ponérselos y quitárselos). He intentado rectificar y hacer lo que creo correcto.
En cualquier caso, a pesar de que lo siento mucho y de que no me perdonaré nunca, me siento más ligera pues me he quitado una carga que me perseguía desde que se los puse.
Mi recomendación
Con esto no quiero deciros que no debéis ponerles pendientes a vuestras hijas cuando son bebés. Como habéis visto, no soy la más indicada para deciros lo que debéis hacer y menos en un tema tan personal como éste. Lo único que os recomiendo es que, hagáis lo que hagáis, sea vuestra decisión y estéis seguras al 100% para no tener que arrepentiros luego.
14 Comentarios
A mi me ocurrió similar.
Aquí se los ponen a partir de los 40 días en las farmacias, yo tenia claro que no quería ponérselos porque pienso que a esa edad ya «se enteran».
Pasé esos 40 días escuchando a mi madre decir que de mayor le dolería un montón (yo, que llevo 20 mil piercings, la creí) y a mi suegra diciéndome que entre la cara de su padre, lo calva que estaba y sin pendientes era un niño.
Me convencieron y se los puse.
Lloró tantísimo que me pasé varios dias pidiendole perdón. Los días posteriores me arrepentía de ello cada vez que le rozaba una oreja y ella volvía a llorar.
Yo no se los quité pero no se los podría a una futura bebé ni recomendaré a nadie que lo haga.
Mi peque no lloró casi, pero creo que fue porque se los hice muy pronto con 10 días más o menos. Aunque eso no quita que mi sienta mal en el fondo.
Como tu, yo no repetiría.
Gracias por comentar 😉
Buenos días
Yo no soy madre, no se exactamente que es tomar una decisión de estas características pero siempre me he preguntado: Si las normas de la CE te prohiben juguetes con piezas del tamaño de una chincheta para evitar accidentes innecesarios ¿por qué les ponemos estas «chinchetas» cuando aún son tan pequeños? El riesgo a que ocurra algo es el mismo
Gran reflexión María José… y muchas gracias por tu comentario 🙂
Creo que soy la nota discordante 😛
Yo si alguna vez tengo una hija creo que sí se los pondré. Eso sí, yo respeto a quien no lo haga.
Que es una decisión que tomamos por la nena cuando aún no puede decidir por ella, está claro; de hecho tomamos muchas decisiones por los bebés y no con todas nos da ese cargo de conciencia como con los pendientes.
A mí todo me parece respetable, tanto quien se los quiera poner como quien no
Hola Mandarinalia,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Ambas posturas son respetables porque siempre partimos de que los padres van a tomar la decisión que piensen que es mejor para sus peques.
Lo único que me atrevo a recomendar, por mi experiencia personal, es que, sea cual sea la decisión, la tomen los papás, sin dejarse llevar por lo que dice la gente y sin estar seguros.
Gracias por tu comentario, como siempre 🙂
Aquí va la experiencia de un padre pardillo: Cuando nació mi pequeña tenía por un lado a las abuelas presionando para regalarle los pendientes a su nieta y por el otro lado estábamos los padres indecisos. ¿Hacerle o no hacerle los agujeros? La madre no lo tenía claro y yo todavía menos. Una de las abuelas se emperró en comprárselos y nos preguntó como los queríamos. Le dijimos que fuesen sencillos. Al día siguiente se presentó con unos pendientes de oro on una perlita i 3 piedrecillas… ¿Sencillo??
Después de varias conversaciones sobre el tema finalmente decidimos aprovechar que estábamos en la clínica y que la abuela patrocinaba los 50 euros para que se los hicieran al momento. ¿Quién ha dicho que ni se enteran? La niña sólo tenía 3 días de vida y gritó como si la estuvieran matando. Sólo tardaron 10 minutos en hacerlos y al poco rato ya se le había pasado el disgusto.
Cuando nos la trajeron con los pendientes puestos pensé… uy que bonitos… cuando se los quitamos? Al percatarme de que no se pueden quitar porque entonces se le cerrarían… me sentí un tonto del culo.
La parte vergonzosa de todo este asunto es que tomé la decisión sin ser consciente de que debería llevarlos siempre puestos. Sólo había valorado el hecho de hacerle los agujeros. De haberlo sabido antes seguramente habría pasado del tema.
Nos habíamos planteado quitárselos pero optamos por una solución intermedia que sería ponerle otros más discretos. Una de esas cosas que se dicen y con el paso del tiempo se olvida. Ahora que casi tiene un mes ya nos hemos acostumbrado a verla con los pendientes.
Lo que apuntaba María José del posible peligro es interesante. Por lo que he visto los pendientes de bebé parecen especiales. El cierre parece de rosca como un tornillo. A mi no me preocupa que se le suelten y/o que pueda pincharse pero sí que se le enganche algo y tirarle de la orejilla.
Por cierto, la abuela está la mar de contenta al ver a su nieta con los pendientes 🙂
Hola Alejandro,
Lo primero es darte las gracias por compartir tu historia y darte la enhorabuena por ser papá. Para mí es lo mejor de mi vida y estoy segura de que para ti también.
Respecto a lo de ser pardillo, yo no diría que lo eres. Lo que pasa es que nadie nace sabiendo y ser padre, como todo, requiere de su aprendizaje… así que todos los padres vamos aprendiendo día a día y eso, por desgracia, supone cometer errores. Lo único que podemos intentar es que sean lo menos importantes posibles y que no afecten a nuestros peques.
Ah! Y sobre los pendientes de bebés. Sí son especiales, están pensados para ser más seguros y además evitar que el enganche pueda hacerles heriditas en la parte trasera… aunque el apunte de Mª José a mí también me pareció muy interesante.
Un saludo!
PD: Me encanta tu email!! 🙂
Yo tampoco lo tenia claro, creo q por tradicion pensaba ponerselos,..supongo. La verdad es que nunca m lo habia realmente planteado, hasta q nacio Georgia y mi marido, estadounidense, me dijo que le parecia una aberracion. Culturalmente ellos no lo suelen hacer. Es una decision que toman las niñas cuando llegan a la adolescencia. Como a mi me daba igual y a el no le gustaba la idea, lo respete y no se los pusimos. Aunque mi familia y la matrona no lo entendieran.
Y hoy en dia me alegro mucho. A parte de q mucha gente confunde a mi nena con un xico (porque tampoco la llevo muy de rosa,jaja), yo creo que tiene que ser mas comodo para ella mientras la abrazo o le doy el pecho, no tener metales en las orejas. Ademas, me he dado cuenta q tampoco m parece esteticamente bonito, al contrario.
Me parece muy bien tu decision Elena, pero sobretodo por lo q dices de hacer realmente lo que tu crees y no dejarte llevar. Eso es muy dificil y admirable
Gracias Miriam!
Yo creo que es lo que debemos hacer los padres. Escuchar todas las opiniones de la gente que nos quiere (padres, hermanos, amigos…) porque sabemos que quieren lo mejor para nuestros peques, pero después reflexionar y tomar nuestras decisiones.
Un beso a los 3
En ese sinvivir andamos nosotros ahora con nuestra peque de dos meses. A falta de pendientes, tenemos tres pares. Discretos y sencillos, eso sí. Pero más que eso, nos preocupa el hacerle daño a la peque innecesariamente. Por si nosotros ya de por sí no éramos suficientemente indecisos, sólo nos faltaba tomar decisiones que puedan «afectar» a la peque…
Hola Adrián,
Como decía mi único consejo es que intentéis no dejaros influir y hacer siempre lo que consideréis mejor para vuestra peque. Nosotros tenemos claro que preferimos que los abuelos, tíos, etc. se «enfaden» con nosotros por no hacerles caso a acabar enfadándonos con nosotros mismos por dejarnos influir.
Y respecto a tomar decisiones por la peque… acabamos de empezar. Lo que nos queda!!!
Gracias por tu comentario y un saludo 🙂
Mi experiencia es la siguiente:
Nosotros teníamos claro que no queríanos ponerle los pendientes tan pequeña a la nena. No obstante, la familia presiona bastante y te hacen dudar, pero nos mantuvimos firmes. Nuestra idea era ponérselos cuando ella los pidiera. Fué pasando el tiempo y comenzamos a cansarnos de que la gente la confundiera con un niño, pero por esa época comenzó en el colegio y ella misma, al ver a otras niñas con pendientes los pidió. Dos meses antes de hacer los dos años la hicieron con mucho cuidado y sentada sobre mis rodillas, los agujeros en la farmacia. Echó nada más una lágrima por cada ojo y nos fuimos muy contentas.
Mi recomendación es: dejad que fluyan los acontecimientos, pues las decisiones que se toman bajo dudas, no suelen ser acertadas.
Espero que a alguien le sirva mi testimonio. Gracias
Muy acertada esa recomendación la verdad. Me parece que hicisteis lo correcto aún a pesar de comentarios y presiones.
Gracias por comentar Stella