Lo de leer cuentos a mis peques por las noches es una costumbre que hago muy a gusto.
En general somos súper fans de la literatura infantil de cualquier tipo, pero sentimos debilidad por aquellas propuestas que van un pasito más allá.

Gracias a los amigos de Granujas, crianza sostenible descubrimos hace algún tiempo la colección Érase dos veces en la que se daba una vuelta a los cuentos clásicos eliminando la violencia y la perspectiva machista habitual y ahora se ha repetido la historia, ya que nos han descubierto una nueva colección de cuentos súper interesante: Ande yo valiente.

Esta colección tiene mucho en común con Érase dos veces. Son de la misma editorial (Cuatro Tuercas), también se han podido publicar gracias a una campaña de crowfunding y, lo que es más importante, se trata de cuentos respetuosos y con mensaje social.

En este caso no se trata de «versiones» sino de historias originales destinadas a enseñar a los niños (y a los adultos), que los peques deben ser valientes (de ahí el título de la colección y del slogan que se repite en todos ellos: «Ande yo valiente, ríase la gente») y no tienen que aceptar «lo normal de toda la vida» ni lo que les digan los adultos porque sí.  Que pueden y deben ser críticos y tomar sus propias decisiones y que las diferencias y las excepciones no sólo existen, sino que en realidad son la norma, puesto que todos somos diferentes.

Además, y esto es una opinión personal, la estética de los dibujos y los textos cortos y rimados hacen que los libros sean más atractivos para los peques y que les sea más sencillo captar el mensaje. De hecho, mis hijas de 5 y 2 años se saben trozos enteros de los cuentos… y, lo que es muchísimo más importante, me saben explicar qué significado tiene.

La primera tanda de la colección se ha lanzado con tres historias:

• Marta no da besos. Este libro es el favorito de mi hija mayor. Nos recuerda que los besos son una muestra de cariño y que los niños deben de ser libres para elegir a quién se los dan y cuándo. Hay que respetar su opinión y ya está bien de «chantajearles» con regalos y de obligarles a besar a gente que no conocen.
• Benito y su carrito. Éste es el favorito de la pequeña de la casa. Como le pasa a ella, lo que más le gusta a Benito es cuidar y dar cariño a su bebé y pasearlo en su carrito que, para más inri, es rosa. Esto hace que algunos adultos «se preocupen» y vean «cosas raras» donde lo único que hay que ver es un niño feliz con su juguete favorito.
• Teresa no quiere ser princesa. El último libro de esta tanda es «el contrario» al de Benito, ya que nos muestra como Teresa, aún siendo pequeña sabe lo que quiere… que no es ir siempre de rosa y seguir los estereotipos que nos han querido vender como «de chicas». Como bien dice al principio su resumen:
  Teresa no quiere ser princesa,
  ni dulce, ni sumisa, ni con labios de fresa.
  Ella prefiere en los charcos saltar.
  ¡Las «cosas de niñas» se han de acabar!

Al comprar los tres ejemplares, recibes de obsequio unos recortables con los personajes de los tres cuentos y con un montón de «accesorios» como disfraces, ropa, muñecas, el carrito de Benito…

Como no podía ser de otra manera Emma se lanzó enseguida a recortar, y la verdad no lo hace del todo mal para la edad que tiene, y la pequeña quiso imitar a su hermana. Sus tijeras de plástico no podían con el papel de las láminas, sólo lo doblaban, así que le buscamos entretenimiento vistiendo a Teresa, Marta y Benito.

Como os decía antes, las ilustraciones son tan chulas que a mí me da penilla usarlos solo como recortables y creo que merece la pena usar alguna de las hojas como lámina enmarcada para la habitación de las peques. Aún estoy pensando cómo hacerlo. Una opción es dejar el folio entero y otra es elegir uno o dos personajes vestirlos como más les guste a mis hijas y pegarlos en otra hoja para enmarcarlos directamente.

¿No os parecen preciosas?

Si a ti te también te parecen tan chulos como a mí puedes comprarlos en la web de Granujas.