Cuando vinimos a vivir nuestra casa actual uno de los inconvenientes que tenía era la falta de armarios… aunque a la vez era una ventaja para alguien como yo a quien le encanta restaurar muebles. Era la oportunidad perfecta para «darle una segunda oportunidad» a alguna joya antigua… y ya le había echado el ojo a uno :).
Mi madre aún conservaba el armario que tenía en su dormitorio cuando era niña y que le regalaron por su comunión. Era un mueble de más de 50 años, con un color marrón oscuro que no me gustaba nada pero en perfecto estado de conservación. Por desgracia no tengo ninguna foto del mueble en su estado original :(.
A mí me encantan los muebles blancos y el «estilo romántico» (por llamarlo de alguna manera) para las habitaciones y pensé que podría renovarlo pintándolo de blanco y usando un papel de pared para decorar las puertas y el interior.
Primero lijé todo el armario y lo limpié bien. Como quería cambiar los tiradores metálicos por unos más sencillos y que además no tuvieran llave me tocó masillar los huecos que dejaron los anteriores así como el agujero de la llave. Para ello utilicé una pasta hecha con cola blanca y serrín que tenía guardado de un DIY anterior. Ya sé que es más cómodo usar masilla para madera, pero ya sabéis cómo me gusta aprovechar los recursos al máximo :).
A continuación lo pinté de blanco y forré las puertas con un papel pintado para empapelar paredes con rayas azules que compré en Leroy Merlin.
En esta foto podéis observar un detalle del papel sobre los cuarterones de las puertas y los nuevos tiradores redondos de madera. También podéis ver cómo en la puerta de la izquierda la pasta que tapaba el ojo de la cerradura se hundió con el tiempo y se ve un poco la forma :(.
Para el interior opté por un acabado «más irregular». Para ello pinté las paredes interiores con un rodillo pequeño dejando las marcas del mismo con un efecto parecido a «hacer aguas» y forré las traseras con el mismo papel pintado que las puertas. En este post podéis ver la parte de dentro.
Y aquí una foto general del armario completo ya acabado.
La verdad es que lo renové con este aspecto antes de estar ni siquiera pensando en tener hijos y toda la gente que lo veía me preguntaba si estaba preparando la habitación para un posible futuro bebé porque la verdad es que podría serlo perfectamente… y de hecho ahí se ha quedado, en la habitación de mi peque guardando su ropita :).
Por cierto, también «me he agenciado» la mesita de noche y la cama con cabecero de rejilla de mi madre que iban a juego con el armario. Cuando Bolita deje de dormir con nosotros y la pase a su cuarto tengo pensado hacer lo mismo para completar el conjunto. Cuando llegue el momento ya os lo enseñaré.
Comentario
[…] Dar una nueva imagen a los objetos es algo que me encanta. Y es que hay muebles que tienen personalidad por si solos pero que necesitan “un algo” para terminar de convertirlos en piezas especiales. […]