Escribo esta entrada con lágrimas en los ojos pero, sobre todo, en el alma. Mi peque se destetó el pasado domingo.
Sabía que este momento llegaría, más pronto que tarde, pero aún así no deja de darme una pena tremenda… y lo peor de todo es que sé que he adelantado bastante su destete por algunas cosas que he hecho. Os explico:
Como quería empezar a buscar bebé a mitad de febrero de 2015 y no quería tener una lactancia en tándem (principalmente por evitar problemas de «celos tetiles» como otras amigas me han explicado que han sufrido), a finales de 2014 le empecé a decir a mi nena, que ya únicamente pedía antes de dormir y nada más levantarse, que mamara sólo 10 segundos de cada pecho. Los contaba lentamente y duraban mucho más que eso, pero aún así le estaba limitando el tiempo.
Aunque fue una decisión consciente y meditada, ahora que el proceso ha acabado no puedo dejar de sentir un regusto de arrepentimiento por mi intervención. Habría preferido que se destetara a su ritmo sin yo ejercer ninguna influencia y ahora he de aprender a asumir mi error y a no darle más vueltas al asunto para no sufrir.
Aunque habitualmente se llama destete, no sé si en mi caso es la nomenclatura correcta, y de ahí viene lo de «desleche» en el título de este post. ¿Por qué? Pues porque ella me sigue pidiendo teta, y yo se la doy aunque ya no mama. Creo que básicamente la pide para continuar con nuestros momentos de intimidad, para tenerla en su boca y luego ya según se le antoje: a veces da sorbos como si bebiera con pajita, otras habla en su idioma con el pecho dentro…
Al principio cuando estimulaba el pecho y aún salía algo de leche ella misma paraba y me pedía del otro, así que le pregunté si no quería la leche y me dijo: «No, ya no me gusta». Imagino que puede haber habido un cambio de sabor por el embarazo.
En total han sido casi 30 meses de feliz lactancia. Ya veremos cuanto dura esta última etapa porque no tengo referencias de nadie a quien le haya pasado algo así… ¿conocéis algún caso similar?
Si te interesa la lactancia materna puedes leer más sobre ella en estos otros posts:
4 Comentarios
Ooooooh amiga! Yo creo que ese «desleche» hubiese llegado igualmente por el embarazo y chica te entiendo totalmente con ese sentimiento pero piensa que aún queda la parte afectiva de la teti y que en pocos meses tendrás otra bolita (bolita en su afección asexual) colgando de esas tetis amorosas y lecheras.
:*
Sí, al menos sigue teniendo la parte afectiva como tu dices. Me sigue pidiendo aunque sea para juguetear con ella.
La nueva bolita, que llamo Fichita, espero que sea igual de «mamona» que la primogénita porque, y tu lo sabes, dar el pecho es una maravilla.
Un abrazo y gracias por pasarte amore 😉
Te puedes creer que no te había fichado en el blog! Pero ya te he encontrado 😉
Yo creo que lo has hecho bien, aunque te de pena que se haya terminado, me parece que la peque lo ha hecho de forma muy natural no? Y si no querías un lactancia en tandem ha sido el mejor momento para dejarlo!
Seguro que cuando llegue el hermanito y le vea colgado de la teti alguna vez te vuelve a pedir! jeje
Pues a mí me ha pasado igual contigo!! Ahora ya sé quien es mamá pata 😉
Por un lado yo también creo que he tomado la decisión correcta, sobre todo teniendo en cuenta lo sensibles que tengo los pezones al mínimo roce, con lo que seguir mamando al mismo ritmo hubiera sido una tortura.
Aunque ello no quita que en el fondo sienta nostalgia por haber perdido en parte algo muy nuestro.
Un abrazo y gracias por comentar!!