Quienes escribís un blog sabéis que muchas veces te apetece hablar de determinados temas, o tienes el día inspirado para contar algo. Otras veces hay algo que ha sucedido, de lo que tienes información y fotos y de lo que podrías hablar largo y tendido pero no te apetece y lo vas postergando y postergando y… hasta que pasa más de un año y medio y dices :»¡Ya es hora!».
Pues de eso se trata este post. Aunque han cambiado bastante las cosas porque ya no hago esos dulces tan llenos de azúcares e intento preparar cosas un poco más sanas, aún así me hace ilusión contaros todo lo que preparé para el bautizo de mi peque.
Fuimos a comer a un restaurante, pero reservé el café para ir a casa de mis padres (es más grande que la mía y mi madre se ofreció amablamente viendo el lío que ya llevaba con los preparativos).
Como decoración de la pared principal puse una foto de Emma y a los lados preparé un pompón y flores con papel de seda (que he de reconocer me sirvieron también para tapar las alcayatas que sujetaban cuadros que tuve que retirar)
Para ese ratito de resopón horneé unos cupcakes con calabaza y nueces, pero esta vez les puse frosting de crema de queso, del que ya os pondré la receta más adelante porque lo hago sin mantequilla. No aguanta tan firme pero de sabor le pega mil vueltas. ¡Está delicioso!.
Además preparé unas chuches de nubes caseras, como las que os mostré aquí pero sin la vuelta de tuerca «más sana».
Por si no había suficiente dulce tras la comilona (¡menudo empacho pillamos!) también podíamos comer cake pops de coca de llanda, nocilla y pepitas de chocolate bañados en candy melts… ¡bombaaaaaaa!.
Como pieza principal hice una tarta de bizcocho de chocolate blanco, rellena de ganaché de chocolate con leche y mermelada de frambuesa y decorada con fondant. ¡¡Estaba tan orgullosa del resultado!! La pena es que el muñequito de fondant (hecho a imagen y semejanza de mi peque que sí, tal y como el de la imagen estaba rolliza) que conservé por puro sentimentalismo y nostalgia pero ha ido perdiendo color (y eso que los colorantes de Wilton no son precisamente baratos) y está prácticamente blanco. Terminaré por tirarlo aunque me da una penita…
Como detalle para los invitados quise darles unas galletas de mantequilla decoradas con fondant y con formas de bebé, de las que hice un minitutorial que os enseñé hace un tiempo.
Fue un trabajazo tremendo pero como digo siempre «Sarna con gusto no pica». Para celebraciones y demás no tengo medida 😉
Deja un comentario