Cocinar con niños es algo que gusta tanto a mayores como a los peques, o así es como yo lo veo desde que Emma empezó a hacer sus pinitos en la cocina.
Un domingo, y con bastante lluvia cayendo sobre cualquier parque que quisiéramos visitar, mi hija me pidió hacer galletas.
¿Cómo voy a negarme si es algo que me gusta a mí mas que a ella? Compartir esos ratos es algo que disfruto muchísimo y que además necesita mi niña para que tenga su ratito de dedicación exclusiva por mi parte.
Lo primero que hice fue pegar un vistazo a ver qué ingredientes tenía por casa.
Ingredientes
- 120 g de mantequilla blanda
- 125 g de copos de avena
- 100 g de harina de trigo
- 3 cucharadas soperas de miel
- 100 g de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de canela
- 2 cucharadas de cacahuetes triturados
- 2 cucharadas de sésamo
- 2 cucharadas de semillas de lino dorado
- (120 g de arándanos deshidratados: nosotros se los agregamos a la mitad de las galletas para probar y quedaron sabrosísimas)
Elaboración
Aquí viene la parte que más le gusta a los niños: ¡¡¡a pastar!!!. O lo que es lo mismo mezclamos todos los ingredientes para obtener una masa homogénea y, para qué negarlo, pringosa a más no poder.
Tomamos pedacitos de la masa y formamos bolitas que colocaremos sobre papel de hornear previamente colocado en una bandeja de horno. Hay que separar bien las bolitas porque estas galletas se expanden un montón como podéis apreciar en las fotos de arriba.
Hornear durante unos 15 minutos a 170º.
Una vez horneadas y para que se enfríen bien y adquieran la consistencia adecuada es recomendable colocarlas sobre una rejilla.
Os advierto de que crean adicción de lo buenas que están.
¿Os tomáis un té conmigo?
Comentario
¡Qué buena pinta! Normalmente hago galletas de avena con pepitas de chocolate pero nunca he probado con los arándonos. Es una de mis frutas favoritas así que seguro que me encantan. Gracias por al idea.