Después de tantos pinchazos para tratar mi trombofilia durante el embarazo me he convertido en una cuasi-experta sobre cómo pincharse la heparina, así que os voy a contar cómo lo hago para minimizar las molestias como el dolor al pincharse y los hematomas.
- El primer paso, y muy importante, es elegir dónde vamos a pincharnos. Lo recomendable es hacerlo en una zona con grasita, como caderas o tripa. Yo preferiblemente lo hago en las cartucheras (ups!!) o en los laterales del michelín de la tripa (nunca en la zona más cercana al ombligo) porque me duele menos y me da menos reparo por el bebé. Lo ideal es ir alternando los lugares lo más posible para evitar «machacar» en exceso cada zona.
- Una vez decidido el sitio, lo primero que hago es comprobar que el aire de la jeringuilla está al final de la misma porque en este caso, a diferencia de otros inyectables, hay que inyectar el aire también. Según mi hematólogo haciéndolo así la burbuja de aire «arrastra» cualquier resto de heparina que pueda quedar en la jeringuilla y así te aseguras de recibir toda la dosis. También he leído por internet que inyectándose el aire se minimiza el riesgo de que salgan hematomas, aunque no sé si es cierto.
- Luego cojo un algodón humedecido en alcohol y lo paso por la zona de elección.
- Quito el capuchón a la jeringuilla.
- El siguiente paso es coger entre los dedos un pellizco de piel de la zona seleccionada y lavada con el alcohol.
- Ahora, con la mano cojo libre la jeringuilla y armada de valor procedo al pinchazo en sí. Este momento es terrible para mí por el pánico que le tengo a las agujas. Respiro hondo y cuento hasta tres (aunque muchas veces tengo que alargarlo hasta cinco o diez por el miedo!!) y finalmente clavo la aguja de manera rápida y manteniendo la jeringuilla perpendicular a la piel.
Con un poco de suerte cuando clavo la aguja cual banderilla no pillo ningún capilar y ni sangro ni produzco hematoma. - Cuando la aguja ya está clavada inyecto la heparina poco a poco (así también se minimiza el riesgo de tener moradura). Al final se nota como entra la burbuja de aire porque se siente en los dedos, al tener pellizcada la piel, como una efervescencia.
- Retiro la aguja despacito.
- Una vez la aguja está fuera cojo otra vez el algodón impregnado en alcohol y presiono el lugar del pinchazo. No froto, sólo presiono un poco.
- Lo ideal al final es estar un ratito quieta tras el pinchazo, aunque por experiencia sé que es un poco complicado ya que siempre andamos con prisas.
Y cuando retiro la aguja me siento aliviada sabiendo que ya no me toca volver a pincharme… hasta el día siguiente ¬¬.
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