Los dinosaurios es un tema que en general apasiona a los niños. Y lo mejor es que parece que la población adulta lo considera «unisex» así que los peques pueden disfrutar de su pasión sin recibir críticas o etiquetas. Me refiero a que padres, abuelos, tíos… no suelen poner pegas si los entusiastas de estos animales extintos son niños o niñas.
Mi hija mayor, aunque no ha sido nunca una fanática de los dinosaurios, sí que es un tema que le ha despertado interés y del que hemos buscado información siempre que la ha pedido.
Compramos en su día unas réplicas de goma y nos dedicamos, gracias a Google, a encontrar su nombre y características básicas.
También visitamos el Museo de ciencias naturales de Valencia, que les encantó a las dos. Es que eso de ir a un museo interactivo en el que se pueden tocar muchas cosas y en el que además puedes ver esqueletos de animales prehistóricos a los niños les entusiasma.
Yacimiento de huellas de dinosaurio
El último episodio de dinosaurios lo hemos vivido este verano. Aprovechando que estábamos pasando unos días cerca decidimos visitar el yacimiento de huellas de Corcolilla (Alpuente).
Para ir despertando el interés de las niñas, especialmente de la pequeña, la tarde antes de ponernos en camino sacamos un kit de excavación de fósiles (parecido a estos). Y la verdad es que fue todo un éxito.
El yacimiento es un lugar al aire libre pero semi protegido por unas vayas y un techado. Tiene paneles en que se señalan dónde puedes encontrar las diferentes huellas, así hasta los más pequeños pueden dedicarse a observarlos para poder buscar en el suelo las tan preciadas icnitas. (Sí, sí, yo también descubrí entonces que es así como se llama a las huellas de dinosaurio).
Ver en directo y a escasos centímetros el lugar donde pisaron (y por donde pasaron) diferentes dinosaurios y las marca que dejaron es impresionante.
Eso sí, con lo cerca y accesibles que están estas huellas no viene mal recordar a nuestros hijos que no debemos tocarlas, para que se conserven lo mejor posible por muchos años más y otros niños las puedan disfrutar también.

Aunque parezca lo contrario Emma pone la mano en el aire para comparar el tamaño. ¡No se deben tocar!
Un último apunte: a pesar de lo que nos gustó verlas es algo pequeño que recomiendo visitar únicamente si se va a alguna localidad cercana o nos pilla de camino a algún sitio. En mi opinión hacer muchos kilómetros adrede solo para visitarlo puede decepcionarte salvo si eres un gran, pero gran, gran entusiasta de los dinosaurios.
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