Aunque los papis intentemos por todos los medios evitar que nuestros peques sufran por cualquier motivo está claro que es imposible conseguirlo y eliminarles del todo el dolor, por eso hoy os quiero hablar de un producto que ha pasado a mi lista de imprescindibles sobre todo con el «nuevo uso» que le he encontrado hace poco.
Golpes en la boca
Hace unos días Bolita se cayó y se golpeó la boca contra la trona. Se abrió el labio y no veáis la escandalera de sangre. Además, en el primer momento se veían las fibras internas del labio, que es un tejido bastante irregular, y pensé que tendríamos que salir corriendo a urgencias para que le pusieran unos puntos. Menos mal que no fue así.
Lo primero que hicimos fue lavar la herida con un poco de agua para limpiar la sangre y ver el daño mejor y a continuación le explicamos que le íbamos a aplicar hielo. A Emma no le gusta nada cuando se lo ponemos en algún golpe, así que preferimos avisarle para que sepa lo que viene a continuación, pero aún así la peque protestaba y no nos dejaba ponérselo.
Entonces me acordé de que tenía en el congelador un mordedor refrigerado y decidí ofrecérselo para ver si lo aceptaba mejor. ¡Menuda idea! Lo cogió cual premio y empezó a chuparlo. Le gustó tanto que tuve que indicarle que se lo pusiera por el lado del labio donde tenía la pupa y que lo debía dejar ahí un ratito. Lo hizo sin protestar y a los pocos minutos, cuando la inflamación había bajado, comprobamos que el corte no era para tanto.
La próxima vez (porque seguro que hay una próxima) que se golpee algún sitio donde deba ponerle hielo, y no sólo en la boca, le ofreceré el mordedor también porque creo que hasta le gustará la idea.
Erupción de los dientes
Como decía antes, lo mejor del caso es que le hemos encontrado un segundo uso al pobre mordedor refrigerado, que lo teníamos abandonado desde hacía bastante tiempo. Están pensados para la época en la que a los peques les salen los dientes. En ese momento, debido a las molestias, muchos bebés se muestran irritables y no paran de llevarse cosas a la boca. Estos mordedores refrigerados impiden que cojan cualquier cosa y además les proporcionan cierto alivio en sus encías.
Ya sabéis lo que me gusta el reciclaje y darle nuevos usos a las cosas, así que ya sabéis que con estos «cacharros» tenéis un 2×1 para aliviar los dolores en la boca de vuestros peques. Si os interesa podéis encontrar aquí diferentes opciones.
Comentario
No se me hubiera ocurrido, nosotros también tenemos el mordedor refrigerado muerto de risa