Os voy a explicar un poco a qué viene el título del post contándoos la historia desde el principio:
Como se acercaba Navidad pedí consejo a una gran bloguera creativa (¡Mamá qué sabe!) a la hora de elegir juguetes para Bolita porque siempre me deleita en sus entradas hablando sobre juguetes educativos, respetar la individualidad de cada niño, fomentar la creatividad de los peques, etc. Os invito a pasar por su blog, seguro que os encantará.
Me recomendó unos cubos apilables porque aparte de ser un juguete educativo había tenido mucho éxito con su mini. Le contesté que mi bebé ya tenía unos pero que de momento no los veía adecuados para ella porque se los había prestado a niños de 4 años y habían sido incapaces de apilar más de dos (incluso algún adulto que lo intentó no pudo) porque había que tener muy buen pulso para hacerlo.
Débora me indicó que los que usa su hija tienen un borde que hace que el apilado sea más sencillo y me quedé un poco sorprendida porque los de mi hija también lo tienen pero como os digo son dificilísimos de usar.
El «misterio» se resolvió el día que celebramos el primer cumpleaños de la peque. Unos amigos le regalaron un juguete muy completo que incluía cubos apilables y figuras para encajar y ¡¡éste sí que era otra cosa!!.
En esta imagen podéis ver la diferencia. En los de la derecha, el borde más alto le da mucha más estabilidad a la estructura al apilarlos e impide que se caigan como les pasa a los otros. A muchos os puede parecer un detalle sin importancia, pero este tipo de detalles (y otros, claro está) son los que los papás debemos tener en cuenta a la hora de elegir juguetes ya que pueden marcar la diferencia entre que nuestros peques se diviertan aprendiendo o acaben frustrados.
Dicho esto, la verdad es que mi hija aún no les hace demasiado caso :). Si le monto yo la torre le gusta derribarla, si le doy todos los cubos metidos unos dentro de otros los separa uno a uno lanzándolos (aunque es lo mismo que hace con las figuras encajables y prácticamente con todo lo que pilla, para qué nos vamos a engañar :)) y si se los doy uno a uno de mayor a menor para que los vaya metiendo ella sí los encaja pero con sonidos tipo gruñiditos como si fuera una obligación, así que ya no lo hago.
No sé si le cogerá el truco con el tiempo o es que simplemente no le gustan ese tipo de juegos. Sea como sea ya lo iremos descubriendo y os lo contaré en próximas entradas.
4 Comentarios
Gracias por tus palabras de cariño! ♥
Efectivamente, hay muchos juguetes que se parecen, pero no son iguales, y que como bien dices marcan una gran diferencia: de calidad por ejemplo, pero mucho más importante en la relación con el propio niño!
Juegue como juegue, el juego siempre es aprendizaje! 😉
Pues sí. Jugando aprenden un montón, y más con «actividades» o juegos como los que propones en tu blog.
Y nada de gracias, no hace falta, es como lo siento 😉
Los pequeños detalles siempre marcan la diferencia. En esto y en todo. Y ahora como papás, todavía tenemos que estar más atentos a ellos si cabe 😉
Y tanto que la marcan. Y como bien dices como papis tenemos que estar con mil ojos, de hecho tengo pendiente de terminar una entrada hablando de posibles peligros con algunos juguetes. Casi que, como en tantas otras cosas de la ma/paternidad, a muchos nos habría venido bien un cursillo de por ejemplo seguridad en el hogar, con los juguetes, con la ropa, con los alimentos…¡Y lo que nos queda!