Tener más de un hijo fue algo que tuve claro desde que nació Emma. Por deseo propio y por ella. Creo que un herman@ es algo de lo mejor que podemos darle los padres a nuestros hijos.
Sabía que la bimaternidad no iba a ser un camino de rosas, pero pensaba que las dificultades vendrían más del día a día familiar: la organización con un peque más, intentar adaptar horarios de un bebé con el de una niña pequeña, aumento de la colada (tremendo por cierto)… más que del sentimiento agridulce de «culpabilidad» que no puedo evitar notar algunas veces.
Por un lado me pongo en la piel de Emma, la «mayor», y lo pongo entre comillas porque parte de mi mal sentir empieza ahí cuando de golpe y porrazo la convertí en mayor a pocos días de cumplir los 3 años. Solo esto ya me parece injusto para ella y muchas veces me cuesta distinguir cuándo le pedimos cosas a Emma porque consideramos que así debe ser por y para su desarrollo (recoger sus juguetes, echar su ropa sucia al cesto, retirar su plato de la mesa…) y cuándo lo hacemos por el nacimiento de su hermana.
Muchas veces me pregunto a mi misma: «¿Le estarías pidiendo esto si no existiera babyA?» y es que aunque intento que su vida no haya cambiado mucho con respecto a cuando era hija única sé que esto no es posible.
Cuando estoy haciendo algo que no puedo o en ocasiones quiero interrumpir (como terminar de preparar la comida con las manos pringadas hasta que me lavo, estar a mitad de una ducha…) y babyA protesta a veces le pido ayuda a Emma para que la distraiga y, aunque ella lo hace encantada, al segundo me siento mal, porque creo que no es obligación suya, así que intento evitarlo, lo que conlleva que el llanto de la peque siga y me duela en el alma tenerla así. ¿Es justo pedirle ayuda a Emma?, ¿es justo dejar a la peque llorando cuando un simple gesto de su hermana la va a tranquilizar?. No sé cuál es o siquiera si existe la respuesta correcta a estas preguntas y eso me reconcome.
También me ocurre, como a todos, que algunos días estoy mucho menos paciente que otros y salto demasiado deprisa. Obviamente ante cosas que hace Emma porque babyA es muy pequeña aún. Cuando por ejemplo le explico que determinado comportamiento suyo me ha hecho sentirme enfadada, no puedo evitar cuestionarme si no tendré menos paciencia por lo agobiada que voy por el nacimiento de la segunda y como os he dicho antes si la situación hubiera sido la misma si la pequeña no hubiera nacido.
Por otro lado tenemos el tema celos. Emma está empezando a tenerlos ahora, creo yo que porque antes hemos sido mucho más cautelosos con la atención demostrada a la más peque de la casa. En este apartado también me encuentro en una encrucijada: ¿hago carantoñas a babyA en presencia de su hermana porque mi bebé también merece mis cariñitos o me limito a centrarme más en Emma para que no sienta celos?. No me digáis que no tiene tela la cosa.
Imagino que quienes tenéis más de un hijo habéis pasado por estas mismas situaciones, pero a mí me suponen mucho comedero de cabeza y sentimiento de culpa pues haga una cosa o la otra voy a sufrir por una de las dos. Si tenéis algún truco para superar estos ratos os pido de corazón que lo compartáis conmigo.
Espero que quienes estáis pensando repetir no os hayáis quedado dudosos, pues os garantizo que aún a pesar de estos momentos «negativos» la bimaternidad compensa con creces.
5 Comentarios
Aiiiix te veo baja de moral!! La verdad es que es tan bonito como difícil!! Estoy en las mismas que tú! Y si es verdad que a veces les pedimos demasiado a los hermanos «mayores» pero creo que ellos ya lo ven como algo normal! Yo intento pedirle siempre ayuda con la peque cuando llega el momento límite o yo por lo que sea en ese momento no puedo intervenir! Y el la verdad es que lo hace encantado a veces aún sin pedirle yo que lo haga él solo ya soluciona el problema! En cuanto a hacerle carantoñas años peque delante del mayor te sugiero que lo hagas como algo natural que es! Siempre podéis mirar fotos juntos o vídeos en los que salga Emma de pequeñita y que vea que ella también tenía sus momentos! Y sigue teniendo los acordes con su edad! Lo que aprovecho muchas veces cuando tengo a la peque en brazos y estoy por ella en presencia del mayor es «explicarle» a la peque el hermano que tiene remarcando todas sus virtudes! Ves como poco a poco el se enorgullece de él mismo y escucha con atención! Así que acaba convirtiéndose en un momento para tres!! Espero haber medio ayudado en algo! Besos! Y nos vemos por instagram!!
Yo hago las mismas cosas cpn las tres. Le doy besos a una y luego le doy besos a ptra y luego a la otra. Es genial porque te obliga a dar muchos besos y sigues con cosquillas y así hay para todas igual. Reñir, riño individualmente y si alguien tiene que esperar por el llanto de la otra, espera .
Vamos que hay una madre para tres y ellas lo entienden. Es mucho más una cuestión psicológica nuestra que de ellas…
Aquí una monomadre deseosa de tener esos dilemas!! Me quedo atenta a los consejos que te dan! :*
Servidora con dos criaturillas.
En mi caso Batusi tiene un año menos que Emma, se llevan poco más de dos años los míos entre si, y algo que tuve claro desde el principio, y que hice saber a mi círculo más cercano es que jamás haríamos cargo a Batusi de los cuidados de su hermano, como tu dices no es su obligación y que tenga o sienta «responsabilidades» no me mola nada, otra cosa es que ella lo oiga llorar y vaya a hacer la payasa para que se callé y se ría (que es lo que suele pasar), acaba de dejar de ser un bebé para convertirse en niña, le toca jugar con sus muñecos, y que no sienta que su hermano es su «deber» (no se muy bien como llamarlo).
Con respecto al tema de hacerle mimitos y decirle cosas, nosotros lo hicimos delante de ella desde el minuto 1, precisamente para que no pasara esto, ahora el peque tiene 6 meses y ella lo ve normal, no quiero ni imaginarme el estar escondiéndome o coartandome para achuchar cuando yo quiera a mi hijo, yo lo que hago es hacerle carantoñas a uno y a la otra a la vez, pero si se los hago sólo a Batusito tampoco me agobio con respecto a Paula, es lo que ha visto desde que nació su hermano, no lo ve como «raro».
Vaya rollo te he soltado, aunque esto sería mejor hablarlo en una comida vegana.. ;P
Lo de la comida queda pendiente para cuando encontremos un hueco, porque ¡mira que somos caras de ver!.