«Me sorprende tu amor e interés por los animales. Cómo consiguen emocionarte con sólo verlos.»
Imagino que este punto también es común a muchos bebés, pero a mí me pillo totalmente por sorpresa ver como mi peque, desde bien chiquitina, señalaba emocionada a cualquier animal que viera por la calle o en casa de amigos o familiares.
Si pasamos lejos de ellos o están detrás de un cristal, como en el veterinario del barrio, se acerca corriendo a decirles hola con la mano y en cuanto oye «mira un perro/gato/tórtola…» enseguida deja lo que esté haciendo y sale disparada a acercarse al animalito en cuestión.
Estando embarazada tenía claro que no quería ser una madre de las que no deja a su hijo acercarse ni a un km de ningún animal y no para de decirle que son peligrosos. No quería que les tuviera miedo infundado… pero tampoco imaginaba que fuera a tener tanta curiosidad.
Aunque yo la miro encantada cuando se emociona tanto al verlos reconozco que hay que tener cuidado. Repito que no hay que exagerar pero tampoco podemos olvidar que los animales, sobre todo los desconocidos, pueden ser peligrosos para los bebés por dos motivos principalmente:
- Que puedan transmitir algún parásito o infección. Sobre todo las palomas, que los parques donde vamos están llenos de ellas y muchas no tienen miedo a los humanos y se acercan mucho.
- Que algún animal les ataque y no porque sean «malos». Las mascotas, como las personas, tienen su personalidad. A algunas no les gusta que las toquen, otras pueden ser asustadizas y otras tener poca paciencia y reaccionar agresivamente ante el agobio de los peques… porque los niños pueden llegar a ser muy pesados, no lo olvidemos. Así que yo siempre pregunto al dueño si es «amigable» con los niños y si no le importa que lo toque.
Este post forma parte de la serie Lo que me sorprende de mi hija. Pincha el enlace para conocer más sobre ella.
2 Comentarios
Es hermoso ver a nuestros hijos cuidar a los animales, aunque estoy de acuerdo que hay que tener cuidado igualmente. Mi hermana tiene un gato joven y mi pequeño siempre que puede lo acaricia, pero igual me fijo, por suerte al gato le limaron algo las uñas.
Sí, es muy bonito verles con los animales… pero siempre estando vigilantes por lo que pueda pasar.
Un beso!