Imaginad la situación:
Emma termina de desayunar y la bajo de la trona. Como solemos hacer le doy lo que ha tomado, en este caso la caja de cereales, para que la guarde donde la encontró cuando la sacó.
A mitad de camino de la cocina, es decir en pleno comedor, se sienta en el suelo e intenta abrir la caja para seguir comiendo. En ese momento le digo: «Cariño, en el suelo no se come. Comemos en la mesa sentados en la trona o las sillas». Ella se levanta y se dirige a la cocina dejando la caja de cereales en el suelo donde estaba intentando comerlos hace unos segundos.
Cojo la caja y la sigo a la cocina y entonces veo como la ropa para lavar que hay junto a la lavadora la tira del taburete donde la dejamos al suelo. Le digo: «Cariño, si tiras la ropa luego hay que volverla a…» y me callo, porque veo como ha cogido el taburete y se dirige de nuevo al comedor. «No puede ser lo que estoy pensando…» me digo para mis adentros. Pero sí podía ser y efectivamente era.
Emma coloca el taburete pegado a la silla donde tenemos colocada la trona portátil. Se sube al primero, luego a la silla y por último se sienta en la trona. Imaginad mi cara o.O
Ella quería era más cereales y yo le había indicado, sin saberlo, minutos antes qué tenía que hacer para comérselos. Tenía toda la lógica del mundo.
En realidad la «culpa» es mía, porque existen tronas que permiten que el niño trepe por ellas cuando ya tiene edad. Ese sistema habría sido más sencillo y por ello además se recomienda para seguir con el método Montessori. Es una forma de fomentar en los niños la autonomía y la libertad, entre otras cosas.
Seguramente algun@s me entenderéis si os digo que me entraron hasta ganas de llorar de la emoción y el orgullo de pensar «Ay, ¡pero qué lista es mi niña!». Otr@s pensaréis que soy una madre chocha… ¿y para qué negarlo? Lo soy 😉
«Me sorprende tu inteligencia. ¿Cómo una cosita tan pequeña puede idear soluciones tan «elaboradas?»
Este post forma parte de la serie Lo que me sorprende de mi hija. Pincha el enlace para conocer más sobre ella
5 Comentarios
Jajaja que buenaaa!!! Lista y muy obediente!!!
Lo de lista sí pero lo de obediente va a rachas jejeje
Más obediente no pudo ser ^^
Esa vez al menos sí, otras veces como si fuera sorda… 😛
[…] preguntamos si quiere hacerlo con nosotros y ella coge gustosa la banqueta de la que os hablaba en este post y la arrima al banco de la […]