Muchas mamis del taller de lactancia al que asisto dicen que no pueden hacer prácticamente nada porque su bebé llora nada más le dejan en la cuna, hamaca, carrito… Es una “queja” bastante común y lo mejor es que tiene muy fácil solución: el porteo.
¡¡Mirad qué a gustito iba Emma en el fular en esta imagen!!
Independientemente de si defiendes que tu modo de criar es con apego o no, al porteo sólo le veo aspectos positivos:
- Te permite hacer bastantes cosas, ya que tienes ambas manos libres. Entre otras cosas, con Emma recién nacida en el fular yo: frotaba manchas (mi obsesión con quitar manchas de la ropa comenzó en mi embarazo), plegaba ropa, la guardaba en su sitio, cosía alguna pequeña cosa para mi bebé, iba tranquilamente al baño (y lo mejor es que podía limpiarme sin temer por su seguridad jajaja)…
- Si vas al supermercado con el bebé en un fular o mochila, como no llevas cochecito de bebé puedes llevarte el carro de comprar y así hacer una compra en condiciones sin el típico tetrix del supermercado: el papel higiénico en la parte de abajo del cochecito, el arroz en el bolso, las servilletas a los pies del bebé en el capazo…. Seguro que os suena esa imagen 😉
- No te machaca la espalda como llevar a los peques en brazos durante un buen rato. Os aseguro que yo llevaba a mi bebé tres horas sin problemas (a veces interrumpidas por cambios de pañal, darle el pecho…).
- Los bebés normalmente caen fritos enseguida. De hecho muchos papis usan su portabebés para dormir a sus peques y luego pasarlos a su cama.
- El porteo va genial para los temidos cólicos del lactante. El estar en posición vertical les ayuda a eliminar gases y a estar menos molestos.
- Te permite hacer pequeñitas excursiones a zonas donde el acceso con carro es imposible o un rollo.
- Ir a la playa (protegiendo a los peques adecuadamente del sol) es mucho más cómodo con un portabebés. Teniendo en cuenta toda la parafernalia que se ha de llevar con un peque (sombrilla, toalla, pañales…) es mucho más cómodo tener la manos libres para llevar los trastos mientras porteas a tu bebé bien cerquita.
- Lo mejor de todo: tener a tu bebé, al amor de tu vida, bien cerquita.
Cuando el bebé es pequeñín os recomiendo usar un fular antes que una mochila, porque se adapta muchísimo mejor a la curvatura de su espalda punto por punto.
Sé que hay quien usa bandolera pero yo nunca me he sentido del todo cómoda con ella.
Cuando el peque crece se puede pasar a una mochila, que es más rápida de colocar que el fular. Yo tengo una manduca con la que estoy encantada pero hay muchas otras marcas estupendas también.
Yo no soy ninguna experta, simplemente tengo la experiencia de practicarlo. Lo verdaderamente importante si quieres portear es asegurarte de que el portabebés que vas a comprar es ergonómico. Y no vale con fiarse de lo que dice el vendedor o el fabricante. Yo os recomiendo informaros en páginas como red canguro. o acudir a una instructora de porteo, que te hablará de la infinidad de opciones que existen y cuál es la que te recomienda en función de tus necesidades.
Elijáis la opción que elijáis, recordad que para mí el porteo es un acierto al 100%.
2 Comentarios
Nosotras probamos el fular el otro día para salir a la calle y tengo que tomarle el truco, he empezado demasiado tarde; para el próximo no me pasa xD
Nunca es tarde de verdad. El truco con Emma era meterla mientras no paraba de pegar botecitos. Parecía que así le gustase el momento colocación y luego ya iba encantada.