Hoy quiero hablaros un poco más de las «clases» de natación que le doy a mi bebé (aunque prefiero llamarlo «ir a jugar a la piscina«). Concretamente de las diferencias entre enseñar a tu hijo y a otros niños.
Diferencias de dar clase a mi hija
Dar clases de natación a mi peque no es, ni mucho menos, cómo dárselas a otros bebés.
Por una parte me divierto más que con los otros peques ya que para Emma no soy «la profe» que sólo ve en la piscina (algunos nenes pequeñitos lloraban al verme incluso vestida de calle fuera de la piscina) y confía en mí mucho más que cualquier otro niño, por lo que podemos jugar mucho y pasarlo muy bien.
Por otra se me hace más dificil realizar con Emma algunos ejercicios donde los bebés no están tan cómodos y reconozco que soy un poco menos dura con ella que con los otros bebés. La explicación es muy fácil, con ella no hay ningún problema si tarda más en aprender y lo que no quiero es que le coja manía a la piscina y no quiera venir más.
No quiero que llore por ir a la piscina. No es algo necesario como una visita a la pediatra (en la que sí llora) cuando está enferma. Quiero que asocie piscina a diversión.
Aún así da gusto ver cómo progresa y lo bien que se lo pasa. Como ya os he dicho protesta un poco cuando hacemos determinadas cosas pero no llega a llorar, y el resto del tiempo son todo risas y grititos de alegría.
Por si fuera poco es el único bebé que hay por ahí (creo que la siguiente persona más joven debe andar sobre los 18 años) así que es el centro de atención, con lo que a ella le gusta eso.. así que va nadando mientras cotillea lo que hacen en la piscina grande, saluda a los que pasan, echa un ojo a la socorrista… Vamos que para ella es todo diversión y se lo pasa mejor que en el parque.
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[…] el equipamiento que considero básico y el último en el que hablo sobre lo distinto que es dar clases a tu bebé y no a los de […]