Hoy quiero hablaros de un producto que a mí, y me consta que a otras muchas mamás, nos pone de muy mala leche cuando vemos su horrible anuncio: Pediasure, ese «alimento completo equilibrado» como ellos se autopublicitan.
Llevo mucho tiempo queriendo escribir este post pero no quería publicarlo hasta que tuviera la máxima información posible y al final he conseguido un montón de información promocional del producto que, todo sea dicho de paso, sólo ha servido para ayudarme a reforzar mi mala impresión del mismo.
La primera vez que vi el anuncio de Pediasure me quedé alucinada. Pensé que era publicidad engañosa y destinada a alimentar al máximo la psicosis de algunas madres (por no decir el sentimiento de culpabilidad que parecemos tener todas) respecto a la alimentación de sus hijos.
Como digo, mi opinión del anuncio era mala… pero si eso me parecía horroroso, el folleto consistente en un librito ya es para gritar.
El cuestionario del «malcomedor»
En la contraportada encontramos, entre afirmaciones un tanto dudosas (por llamarlo de alguna manera), un «check list» para descubrir si tu hijo es malcomedor (según ellos, claro) y es un posible candidato para beneficiarse de las bondades de su complemento. Lo voy a desgranar contestando a dichas preguntas punto por punto porque tiene tela:
- Pues claro que sí, como todos los niños o más bien todo el mundo. La gente, infantes incluidos, come sólo lo que le gusta. Habrá quien le gusten más alimentos y habrá quien no. Seguro que a todos se nos viene a la cabeza algún conocido que es un poco «especialito» con la comida porque le gustan muy pocas cosas. ¿Le daríais a dicho adulto un suplemento?.
- Bueno, en mi caso no porque mi peque es una gordi pero lo veo totalmente normal. Yo misma no he querido probar determinadas cosas porque me daba asco la pinta que tenían o no me daba confianza. ¿Rechazaríais vosotros probar insectos fritos? En muchas culturas es un alimento muy normal. Si la respuesta es sí ya sabéis: una papeleta más para tomar el invento éste.
- Este punto os lo he contestado ya en el punto 1 pero es que además aquí habría que preguntar a muchos adultos cuántos no prefieren otras comidas antes que las verduras. Desgraciadamente serían mayoría. También habría que ver qué comen los padres de ese niño que supuestamente come mal (ya sabemos que aprenden por imitación).
- Que levante la mano qué persona no muestra una gran atracción hacia por ejemplo el chocolate, las papas, las pipas, el helado… (sustituyamos por cualquier otro alimento que nos encante). Y en cuanto al rechazo conozco a varias personas que no comen ensalada si tiene aunque sea una sola aceituna, y como haya un plato entero de olivas en la mesa les entran arcadas por su olor.
- Los niños son eso, niños y si los tienes sentados demasiado rato seguramente querrán moverse, ir al suelo, jugar… A veces incluso jugarán en esa silla o mesa donde están «inmovilizados» independientemente de si están comiendo o escuchando un recital de poesía.
- Más lento que los adultos seguro. Para empezar no tienen las mismas habilidades motoras para mover los cubiertos con agilidad para «pescar» el alimento y transportarlo hasta la boca pero es que además como ya hemos dicho en el punto 5 seguramente entre bocado y bocado jueguen, se rían, busquen tu atención… con lo que el tiempo de comer se alarga inevitablemente.
Al final de este cuestionario el folleto indica que si respondes sí a 2 o más preguntas consultes con tu pediatra. ¿Al pediatra? Los padres y madres vamos a consultar con el pediatra sobre problemas de salud de nuestros peques, cuando están malitos… ¿me está diciendo este «cuestionario» que mi hijo está enfermo y esos síes son un síntoma? De verdad que me parece horrible jugar con el miedo de los padres, creo que no conozco a ningún peque que se librara de esos 2 o más síes y eso que incluyo hasta a niños de 9 años. Es más, muchos adultos también nos adjudicaríamos varios síes sin pestañear.
Está claro que es un producto que puede ser beneficioso en determinados casos como en niños con patologías crónicas graves que cursan con desnutrición, pero lo que no veo claro es la manera de publicitarlo que parece que porque tu hijo no coma lo que tú quieras ya hay que adjudicarle la etiqueta y endiñarle la bebida.
Considero que es más importante aprender a comer, alimentar a los niños equilibradamente, que vean además que sus padres también se alimentan igual. No pretendamos que nuestros peques se tomen un hervido o menestra de verduras si nosotros no salimos de la pizza, hamburguesas, los congelados y los embutidos. Repito, los niños aprenden por imitación.
Si ese no es el caso y el niño que supuestamente come mal tiene una familia que come estupendamente equilibrado habría que ver también si realmente come mal (o es que no come lo que la madre quiere que coma en variedad y/o cantidad), si es una fase de inapetencia pasajera o si aunque no sea pasajera come poco pero está sano. Que parece que cuanto más gordos mejor, o «al menos que pasen del percentil 50», pero luego cuando somos adultos nos gustaría estar por debajo de dicho percentil en peso. Además no podemos, ni queremos, todos pesar lo mismo. Es por eso que igual de normal es un niño con percentil 3, que uno que esté en el 97, que el del 50.
Bueno, ya he hecho el análisis que quería hacer y he expuesto mi opinión partícular. Espero que a alguien le sirva, porque para eso lo he dejado aquí escrito.
Cantidades de alimentos para niños
Como me gusta ser objetiva también quiero comentar lo único positivo que he encontrado entre toda la información promocional que he estudiado. Este mismo librito contiene en sus páginas interiores fotografías con la cantidad de alimentos que debe tomar un niño de menos de seis años. Muestra las imágenes con un plato y un cubierto para tener una referencia y, quitando el hecho de que la cantidad sea la misma hasta los seis años (que no creo que sea así, pero bueno…) ya digo que me ha gustado.
De hecho he enseñado ese librito a amigas que son madres y todas se han sorprendido puesto que sus hijos suelen tomar esas cantidades más o menos y muchas lo consideraban poco. Además también una pediatra me ha confirmado que los padres a quién se lo enseña (pues tiene uno en la consulta) reaccionan del mismo modo. Aquí os dejo un ejemplo de lo que muestra:
¿Qué os parece el «check list» y qué opináis de este producto u otros similares?. Como sabéis todo comentario es bienvenido.
19 Comentarios
A mí el anuncio me parece una vergüenza, no me parece en absoluto positivo. A mí la sensación que me da es que transmite pereza. Sí, pereza, que el niño no quiere la calabaza pues suplemento.
Estoy muy de acuerdo con lo que expones sobre comer por imitación. Los hijos de mi prima rechazaban la verdura al máximo, no había manera… pero claro, es que veían a sus padres apartan cualquier atisbo verde que cayera en su plato.
Y sin irme tan lejos, hablo desde mi experiencia cuando de pequeña mi madre me insistía hasta el agotamiento con que me comiera las lentejas y un plato mucho más grande que el que muestras en la foto. Sin embargo ella se echaba apenas unas cucharadas y yo protestaba: pero si tú no estás comiendo lentejas.
Los suplementos deberían dejarse para casos realmente necesarios, que los hay, pero parece ser que la empresa y los publicistas están más interesados en la paranoia de los padres ¬¬
No puedo estar más de acuerdo.
Ya me contarás si no eres de las que se obsesionan porque sus peques coman cuando nazca tu princesita.
Un abrazo.
Pues a mi el anuncio no me mola nada, de hecho estoy de acuerdo contigo en que lo que hace es alarmar a los padres pensando que si su hijo no se acaba el plato pues le arreas el suplemento y así seguro que todo le va fenomenal, que no como lentejas pues hale otro cucharadita del suplemento y solucionado…en fin… Y bueno lo del check list me ha dejado a cuadros, vamos te digo yo que ese check list no lo pasan la mayoría de los niños incluso los que estén en percentiles altos ni siquiera muchísimos adultos así que tendríamos que estar todos dándole al pedisure ese… Yo creo que habrán casos muy concretos y especiales en que el pediatra quizás considere que el niño necesita un suplemento o complemento alimenticio bien por alguna enfermedad o problema concreto, pero vamos que tal como nos lo quieren vender ni de coña.
Exacto. A estos lo que les importa es hacer caja.
Hoy he seguido alucinando porque he visto el anuncio de Ensure, de la misma marca, que es para gente mayor… en la misma línea vamos.
Gracias por comentar Marta. Un abrazo!!
Siempre he pensado que es un producto para padres y no para niños: pretende que sea comprado ante la preocupación que toda madre siente cuando los niños atraviesan etapas de comer regular :p Pero en realidad lo que se necesita es lo que comentas: educación también en ese sentido para que esa preocupación se relaje y se inicie el camino a enseñar al niño lo saludable de una dieta equilibrada y variada. Igual aplica a esos padres que creen que pq coman alimentos precocinados y pasta constantemente (y estén de peso en el baremo) están creciendo saludablemente…
Pues sí, como dices lo fundamental en todos los aspectos de la vida es tener una educación adecuada. La alimentación además es clave para el correcto desarrollo de nuestros peques así que delegar en esos «polvos mágicos» o en precocinados pudiendo establecer unas bases para una dieta saludable es una pena (y en ocasiones una vergüenza).
Gracias por pasarte.
Un besazo.
Joo había comentado y no se porque no se ha publicado. Te decía que me gusta mucho tu enfoque hacía la maternidad así que me quedo por aquí. Y respecto al post, el otro día entraba en una farmacia que tenia en la entrada un super mega cartel con esta publicidad y esa misma pregunta. Una vergüenza la verdad, es todo un negocio a muy pocos y menos les importa la salud. Una pena para los padres que no buscan información.
Besos
Siento que tu comentario se perdiera, a veces esta tecnología nos toma un poco el pelo jejeje
Una vergüenza que antepongan el beneficio económico a la salud de los peques. Y los padres pues a veces nos malinformamos o malinforman y para evitar eso, entre otras cosas creé este blog. Con que le pueda servir a una persona me doy por satisfecha.
Un abrazo y gracias por la visita 😉
Yo pensaba lo mismo que todas vosotras, hasta que este viernes empecé a darle pediasure a mi hija de ocho años, a la he enseñado a comer de todo en casa y en el cole, no come ningún tipo de chuchería o comida basura (no porque no le deje, no las quiere ni le gustan) Pero a pesar de darle de comer de todo y lo que comemos todos, no le gusta casi nada y come muy poco. con 8 años y medio pesa 15 kg y mide 115 cm.
Seguimos dándole alimentación variada, frutas, verduras, carne, pescado, muchos lácteos, pero mientras no empiece a comer lo que debe comer, se complementa con pediasure.
Su pediatra se lo ha recomendado por un tiempo, y pasado ese tiempo si su estatura y peso no aumenta lo que debe, se le hará una radiografía de la mano, para ver si es necesario inyectarle diariamente durante bastante tiempo la hormona de crecimiento.
Espero que los complementos que le receten, sea pediasure u otro la libren del suplicio de las inyecciones diarias.
Desde luego que para niños que coman medianamente bien, con alimentación variada y estén sanos y crezcan bien son innecesarios, pero hay niños que si los necesitan.
No todo es blanco o negro. Si no es necesario es una estup. darlo, como no tomamos medicamentos si no los necesitamos. Lo que siempre se debe es consultar al pediatra antes de darlo.
Hola Ana,
Lo que dices es totalmente cierto, por eso en el post indico que «está claro que es un producto que puede ser beneficioso en determinados casos…» y si tu hija o cualquier otro niño de verdad necesita un complemento y se lo receta el pediatra perfecto.
Lo que me parece fatal y a otras muchas mamás también es que se de una visión sesgada de la información, se «malinforme» y se juegue con el miedo de los papás para tratar de comercializar el producto «de manera generalizada».
Espero que a tu peque le vaya bien y no tenga que pasar por las inyecciones.
Un besito y gracias por tu comentario.
Los niños no crecen porque coman más, comen más porque crecen. Eso dice mi endocrino, y eso dicen mis hijos «malos comedores» para todo el mundo, menos para mi. Mis hijos comen genial, porque comen lo que quieren y la cantidad que necesitan. Y eso que el niño no come más que 4 cosas, ya que tiene un trastorno de integración sensorial. No os dejéis engañar, los niños comen lo que necesitan. No les forcéis nunca. Un niño que no crece nada o casi nada, no necesita vitaminas, necesita hormona de crecimiento.
Más claro agua. Como tu dices: «Los niños comen lo que necesitan» y es que ellos saben escuchar las necesidades de su organismo, y la naturaleza es muy sabia.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Bravo por el post.
La publicidad engañosa existe desde el principio de los tiempos, lo que pasa es que sin menospreciar ninguna profesión, antes eran llamados charlatanes de feria, barberos transhumantes, vividores, cómicos, juglares, y un largo etcétera.
Recuerdo vagamente el hábito de dar a los niños Aceite de ricino, Calcio, indiscriminadamente, Quina Santa Catalina, ponches u otros, amén de otros preparados caseros de dudosa eficacia, y a menudo con una gran tasa de alcohol.
Hay niños que comen mucho, otros que comen bien, y otros que son muy melindrosos.
A mí me tocó ser la melindrosa.
Las piernecitas se me torcieron a los cuatro años, según me cuentan y me hincharon a calcio, reconstituyentes, fórmulas caseras que no dudo que en esos tiempos fuera lo mejor que me podían ofrecer. Y así fueron formando entre todos a una niña obesa, pero «preciosa» para esa época de escasez.
Craso error que me ha costado toda la vida rebuscar remedios, dietas milagro y dietas equilibradas sin demasiado éxito en ocasiones por el exceso de ansiedad.
Si pudiese volver a nacer y tener el uso de razón que tengo hoy en día, volvería a mis cuatro años y le pediría a mi familia que no forzasen mis ingestas a tan temprana edad para combatir un problema que seguramente se hubiese resuelto solo. Pero lo hecho hecho está. De todos modos les agradezco sus desvelos, su cariño, su saber, y el que me ofrecieran cuanto sabían, aunque me haya costado tanto dolor.
Porque vivir en obesidad toda la vida tiene un alto precio en cuanto a salud física y emocional, poco comparable a otras, ya que el obeso es «gordo por su vicio por la comida» y despreciado por la sociedad.
Quieres pasar desapercibida, y en ocasiones si vuelves la cabeza, ves a la gente mirar de repente hacia otro lado.
Yo desde aquí quiero aplaudir el post tan bien elaborado (precioso), y gritar un «NO» bien grande a los ENGORDADORES que se venden tan irrespetuosa y fraudulentamente.
¡Que los niños coman lo que su organismo les solicite! ¡No les fuercen!
Muchas gracias.
Hola Magda!!
En primer lugar gracias a ti por tomarte el tiempo de leer el post y comentar.
Como bien dices tu familia hizo lo que pensó era lo mejor, y es que las épocas cambian. Muchos padres o abuelos que vivieron en la escasez de la postguerra son de la opinión de «cuanto más mejor» y ale a repetir plato y a cargarte bien lleno el tuyo y ¡que no sobre nada por Dios!. Hoy en día, cuando hasta nos permitimos tirar comida lo vemos con otros ojos (por suerte) y deberíamos escucharnos más a nuestro cuerpo, como bien saben hacer los niños, para reconocer lo que nos pide en cuanto a tipo de alimento (hidratos de carbono, proteína) y a cantidad.
Hace no mucho leí un libro que hablaba de una especie de «filosofía» a la hora de alimentarnos, y sobre todo de relacionarnos con la comida y enseñar a nuestros hijos a relacionarse con ella que me gustó mucho e incide precisamente en lo que tu has comentado. Te pongo el enlace al post que hice por si quieres echarle un ojo: http://www.2eloa.com/lecturas-recomendadas-sobre-crianza-iii-tengo-hambre/
De nuevo gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Fantástico artículo! Ya era hora que alguien lo dijera jajaja. Lo comparto en el face de Educavida Pedagogía Teparéutica. Yo JAMÁS le he metido una cucharada en la boca a mi hija, os lo juro, ni una sola vez. Cuando empezó a comer sola lo hacía con las manos y le dejaba los cubiertos al lado que meses después empezó a utilizar al imitarnos, a partir de entonces come lo que quiere (teneindo encuenta la variedad que le propongo dí a día), cuándo quiere. Mi madre aún a sus 4 años, me suelta alguna indirecta cuando ve que la niña come «poco» o directamente no come algún día (ella sabrá lo que le sienta bien! que manía con controlar eso tiene) y la niña está en un peso adecuado para su edad, sana, feliz, contenta y punto y eso es lo que me hace estra tranquila, verla BIEN. Y si, se niega a probar las acelgas y prefiere los macarrones y un mes le chiflan las espinacas y otras los aborrece, pues ya encontrará su camino como hice yo! Así que mamis, ma´s escuchar a los niños que ellos sabrán lo que les pide el cuerpo y menos escuchar anuncios que te confunde y te hacen dudar de tí como mamá!
Mónica muchas gracias!!
Pues hemos hecho lo mismo. Ni una cucharada en la boca, ni un puré, ni triturados.
Muchas veces nos toca hacer oídos sordos de los comentarios de nuestras madres o tener preparada alguna respuesta para «dejarlas tranquilas», aunque en el fondo es de entender que la manera en que criamos es bien diferente a la de ellas y por eso se extrañan y piensan que no «lo hacemos bien».
Un aplauso por respetar a tu hija en sus decisiones, seguro que ella está más conectada con sus necesidades que nosotros y sabe bien lo que le conviene.
Un abrazo.
[…] estas últimas semanas), o lo que es peor ver anuncios machistas, paternalistas o que publiciten productos de una manera poco ética. Dejémoslo en que los niños creen todo lo que ven o les cuenta la voz […]
[…] piensas que no puede haber nada peor que los anuncios de Pediasure para niños que “dejan parte de su comida en el plato”, cuando […]