Decidí hacer esta receta porque el nombre sonaba muy bien y porque como una buena tarta de yogur y las frutas del bosque siempre me han gustado por separado pensé que juntas… ¡debían ser la bomba!.
La receta es una adaptación de otra del libro «Cocina para embarazadas» que me prestó mi amiga Sonia. Los cambios los hice principalmente en las cantidades de los ingredientes porque no hay cosa que odie más que una receta donde pomgan, por ejemplo, 180 gr de yogur… ¿cómo que 180 gr?, ¿ya tengo que andar con un resto por ahí?, ¿por qué no una cifra redonda como 125 que es lo que hay en un yogur?. Así que normalmente, y siempre que no afecte al resultado final, redondeo por arriba o por abajo.
Cómo podéis ver en los ingredientes es rica en fibra y no lleva demasiadas grasas, por eso imagino que la incluirían como receta para embarazadas.
La hice en un molde de 18 cm de diámetro, pero según la altura de la mezcla que queráis tener, podéis probar a hacerla en un molde más pequeño o más grande.
Ingredientes
- 250g pan negro de centeno o de Westfalia como ponía en la receta (yo lo compré de Lidl)
- 4 cucharadas zumo de limón
- 200 gr arándanos
- 100 gr de fresas
- 500 gr yogur natural
- 100 gr queso fresco granulado (también lo podéis encontrar en Lidl pero sino podéis usar queso fresco y triturarlo vosotros)
- 100 gr miel
- 100 gr nata
- 6 hojas de gelatina neutra
Elaboración
- Poner a remojo las hojas de gelatina en agua fría para hidratarlas.
- Desmenuzar el pan y esparcirlo por el molde y rociarlo con el zumo de limón. Esto le dará un punto ácido genial y aparte ayudará a que las «migas» se compacten.
- Hacer un puré con todas las frutas reservando parte para decorar el resto.
- Mezclar el yogur, el queso, el puré de frutas y la miel. En este punto es importante probar el sabor de la masa ya que es bastante ácida, y aquí es cuando añadiríamos la cantidad de miel deseada. Yo al final he puesto 80 gr porque me gusta notar el toque ácido así que los más golosos ya sabéis que podéis añadir.
- Poner el puré en un cazo y añadirle las hojas de gelatina.
- Cuando no esté caliente pasarla a la nevera.
- Cuando empiece a cuajar la tarta, montar la nata y añadirla a la masa de la nevera con movimientos envolventes
- Mantener en la nevera hasta que endurezca un poco.
- Pasadas 6 horas más o menos la tarta estará en su punto. Despegar el borde, soltar el aro del molde y servirla en una fuente.
Notas
He probado esta receta en varias ocasiones y queda igual de estupenda si está hecha sólo con arándanos, frambuesas, fresas o una mezcla de esos frutos como os indico en los ingredientes. El peso total de las frutas debe ser entre 300 y 350 gr.
La base de la tarta puede sustituirse por la típica de galletas trituradas con mantequilla o, para hacerla más ligera con galletas de tipo digestive mojadas en el jugo de los arándanos o la fruta que utilicemos.
A los que les guste las texturas más cremosas os recomiendo doblar la cantidad de nata.
Otra manera de hacerla más sencilla y sin complicarnos con lo de montar la nata es que una vez tengamos hecho el puré de frutas ponemos a calentar la nata y en ella añadimos la gelatina prevamente hidratada. Mezclamos entonces la nata al puré y cuando enfríe a la nevera.
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