Necesitaba un espejo para mi habitación de estilo romántico. En principio había pensado en comprar éste de Zara o en ir a alguna tienda de segunda mano a ver si podía rescatar alguno.
Entonces fue cuando en casa de los padres de Usokeido vi uno que me podía valer y que además no les importaba darnos. ¡Menudo regalo!
Estaba claro que para que fuera con el resto de mi habitación tenía que pintarlo. Aunque en blanco hubiera quedado precioso, como la pared sobre la que iba ya era blanca y el color de la pared donde está la cama es azul pastel pensé que probaría con lila claro.
Antes de nada le di una pequeña lijada para que la pintura cogiera mejor. Éste es el aspecto tras la primera capa.
Tras la segunda.
Tras la tercera y última capa. Como podéis ver también le di unos toques de pintura blanca en los huequecitos del marco para darle algo de volumen.
Y aquí ya colgado en mi habitación.
Espero que os haya gustado.
3 Comentarios
Viendo en tu blog el espejo de tu habitacion en su dia no pense,que te daba una cosa que te hacia tanta ilusion me alegro, PERO TU LO HAS DEJADO PRECIOSO
Muchas gracias por el comentario y por el espejo 😉
[…] una nueva imagen a los objetos es algo que me encanta. Y es que hay muebles que tienen personalidad por si solos pero que necesitan “un algo” […]