Cuando tu hijo está enfermo todo se detiene. Sientes que tu corazón se fractura un poquito, porque literalmente se te parte. Casi nada parece tener importancia, sólo su recuperación.
Una madre ante la enfermedad de sus hijos se siente impotente y rabiosa, desea sufrir ella todo antes de ver a su peque mínimamente mustio.
Lo que es peor, una madre suele preguntarse qué podría haber hecho para evitarlo: abrigarlo más, no haberle dado de comer aquello, no haberle dejar jugar con fulanito que se lo pegó… Aunque no hayamos tenido nada que ver solemos echarnos un poco la culpa o sentirnos culpables, que viene a ser lo mismo.
Emma ha estado malita. Vomitaba sin parar, luego dejaba de vomitar durante 24 horas y volvía a empezar. Además luego empezó a dejar en el pañal una especie de viscosidad marrón tipo moco, pero muy, muy, muy poca cantidad (lo que es normal porque todo lo echaba por arriba) aunque acompañado de mucho ruido, tanto que yo pensaba que se le saldría del pañal.
Estos días he estado muy triste y me he apagado un poco por ello. No he dejado de desear estar mala yo y no mi bebé. Se me partía el alma de verle con esa carita tan desvalida y ensombrecida, esos ojos llorosos y esa mirada de resignación.
Niños y bebés con enfermedades graves
Si yo me pongo así por un virus pasajero no quiero ni pensar cómo se sentirán los papis de niños verdaderamente malitos. Por eso, aunque ya hace un mes desde que pasó la Navidad que son esas fechas en las que parece que todos nos enternecemos más y estamos más dispuestos a ayudar a los demás, me parece importante recordar que hay gente que lo pasa mal todo el año, entre ellos las familias que tienen niños y bebés con enfermedades graves.
Por ello os dejo aquí enlaces a iniciativas que, de una manera o de otra, ayudan a sanar a los niños (su cuerpo o su mente) por si os queréis animar a colaborar aunque sea en una de ellas:
- Asociación Alba Pérez. A través de la recogida de tapones y otras acciones recauda fondos para la investigación y tratamiento del cáncer infantil.
- Fundación Theodora. Esta fundación se dedica a hacer más llevadera la estancia de niños ingresados en hospitales mediante visitas/actuaciones de actores, payasos, magos, etc.
- Pallapupas. Igual que Theodora, aunque centrada en el mundo de los payasos.
Son sólo tres de las muchas asociaciones que se dedican a ayudar a nuestros pequeños, así que si sabéis de otras asociaciones, entidades, etc. que tengan fines similares hacédmelo saber dejando un comentario en la entrada o enviandome un mail a toeloa@gmail.com poniendo como asunto Asociación Infantil y los iré incluyendo en la entrada para tratar de darles la mayor difusión posible.
2 Comentarios
Pues no te queda… Es normal, todos enfermamos a veces. Si has estado encima, que me imagino que todo el día, ella lo habrá notado y se habrá sentido mejor. ¿Sabes cuando noto yo que algo no va bien? Cuando para 🙂 Y se queda quieto en el sofá… Y hay silencio en casa… JAJAJAJA… Ya está bien Emma ¿no? Pues a esperar la siguiente. Cada enfermedad nos fortalece 😉
Hola Vicente,
Sí, ya está bien 🙂
Respecto a la enfermedad de los peques, es todo cuestión de acostumbrarse, pero por poco que sea lo que les pase los papás no podemos evitar sentirnos mal… y lo que dices del silencio es cierto, cuando hay demasiado no suele ser buena señal.
Gracias por tu comentario 🙂