Llevarse un kilo de arena a casa después de ir a la playa es lo más normal del mundo, sobre todo si vas con niños, que además muchas veces se llevan consigo también piedrecitas, conchas y otros «tesoros» que consideran necesario guardar a buen recaudo en casa.
¿Y si os doy una buena razón para no coartar sus ansias acumuladoras de conchas?
Con una cajita de zapatos de mi hija casi llena de estos caparazones de molusco no podía hacer otra cosa más que pensar cómo deshacerme de ellos sin que se mascara la tragedia, así que se me ocurrieron varias cosas, pero la que hoy quiero compartir es la de hacer un juego de memory con ellas.
Tan, tan sencillo es este diy que os propongo que solo necesitáis las conchas, un pincel y unas témperas como éstas de La pajarita. Me dejé aconsejar por Belén de Pintar sin parar y me recomendó pintura al agua para que fuera sencilla de lavar en caso de necesitarlo, que con peques por medio nunca se sabe.
Si quieres proteger los colores puedes darles una ligera capa de barniz y así tendréis memory ¡¡para años!!.
Lo que más me gustó de la actividad fue que aparte de darles alguna utilidad a tan preciados objetos de mi hija creando este juego, no sólo pasamos un rato divertido juntas sino que además hemos aprendido muchas cosas:
- Hemos comparado tamaños y reforzado los conceptos de más pequeña, más grande, igual que… al seleccionar las conchas.
- Hemos practicado psicomotricidad fina pintando su interior y sujetándolas mientras lo hacíamos.
- Hemos comprobado los colores resultantes de la mezcla de otros.
- Hemos entrenado la paciencia mientras esperábamos a que se secaran.
- Hemos trabajado el orden recogiendo las pinturas y limpiando todo una vez terminamos.
- Y lo más importante hemos disfrutado un buen rato jugando juntas, que al final de eso es de lo que se trata.
El resultado no es para hacer una exposición pero a mí me encanta porque es una manualidad para hacer con los peques, más bien lo ha hecho todo mi hija, se nota y me gusta que así sea. No pretendía que fuera perfecto en ningún momento, porque gran parte de la magia de entretenernos juntas es dejar que haga ella las cosas y además que las haga como sabe, como quiere o como puede.
Como podéis ver hubo conchas que utilizamos para mezclar los colores y probar mezclas. Y si os fijáis un poquito más veréis el recorrido de las pinceladas de mi artista. ¿Se nota mucho que soy una mami orgullosa? 😛
Y no sólo eso sino que este formato juego de memory ofrece mucho más: Si el ansia acumuladora continua así creo que me va a dar para hacerle un par más de juegos de este estilo (que convenientemente llevaré a casa de sus yayos), pero esta vez uno de letras y de números otro. Emma sólo tendrá que buscar la pareja pero de esta manera le puede servir para aprender alguna letra o dígito nuevo mediante el juego.
Hacer manualidades con niños hace que vivas esa diversión varias veces: una al crearlas y muchas más al ver el resultado y recordar el proceso 😉
3 Comentarios
[…] Pero Emma decía que el castillo de sus princesas debía ser rosa, cómo no, así que lo pintó utilizando estas témperas de La Pajarita que ya usamos con tan buen resultado al hacer nuestro memory con conchas. […]
Qué buena idea este ¡memory! El fin de semana que viene vamos a la playa y haremos la recopilación de conchas. Gracias por la idea. 🙂
Disculpa el retraso,
Me fallaban las notificaciones de comentarios… espero que os quedara genial!
Saludos,