Sí, no has leído mal. El título del post es corona para niños porque no me gusta hacer distinciones entre unos y otros por razón de sexo. ¿O acaso un niño no puede querer llevar corona?.

Aunque hay varios tipos de corona que se pueden hacer fácilmente en casa nosotras nos decantamos por esta bien alta y que se sujeta con una diadema para que le valga durante más tiempo y no se le caiga a los ojos como pasa con otros modelos.

Lo bueno de este tutorial es que todos los pasos los pueden hacer nuestros hijos por pequeños que sean una vez manejen medianamente bien las tijeras. De hecho Emma ayudó en casi todo aunque el diseño me lo dejó a mí.

Materiales

• Goma EVA tamaño A3 del color principal (Emma eligió de purpurina, que mi hija, como yo, es muy «urraca»).
• Puede usarse A4 pero entonces no sale tan alta la corona.
• Diadema.
• Cinta de doble cara. Pistola de pegamento
• Tijeras.
• Opcional para decorarla: goma EVA de otros colores (puede ser el tamaño que sea), bindis, perlitas… a gusto del futuro usuario de la corona 😉

(Y tacho la cinta de doble cara porque acabó siendo un fiasco. Se pegaba a la purpurina pero no a la goma EVA con lo que los adornos no duraban nada en su sitio)

Procedimiento

• Dibujar la forma que queramos para la corona en un folio y recortarlo.
• Doblar la goma EVA por la mitad y traspasar ese diseño a la parte trasera de la misma.
• Recortar la goma EVA.
• Colocar la cinta de doble cara y la diadema en la cara interna de nuestra corona.
• Doblar por la mitad la corona ya recortada y pegar con la pistola de cola ambas caras.
• Repasar entonces con las tijeras cualquier borde que se sobresalga si no lo hemos pegado perfectamente bien. Este paso es más para los papis si queréis que quede un acabado más «limpio».
• Decorar al gusto. En nuestro caso se decoró mitad con cinta de doble cara y los adornos que no sobrevivieron se repegaron con la pistola.

Como podéis ver en la foto anterior la corona de Bolita no está nada recargada 😉 ya que usamos trocitos de goma EVA y también pegatinas de brillantitos.

Con tanta purpurina ¿imagináis cómo acabamos nosotros y nuestra casa? Efectivamente, purpurina hasta en los estornudos.