Cuando nace un nuevo peque en una familia con al menos un hijo la vida cambia no sólo para los nuevos padres sino también, y mucho más, para el o los hijos anteriores de la pareja.
Si era hijo único ni te cuento. Se ve desplazado porque de un día a otra prácticamente ya no acapara toda la atención de sus padres y se ve obligado a compartir tiempo y carantoñas, a veces en proporción desigual.
Si a eso le añadimos las visitas, regalos y demás distinciones que muchas veces familiares y amigos hacen entre los dos hermanos el drama está servido.
Antes de ser bimadre, tenía alguna idea sobre lo que debía hacer y lo que no en caso de ir a conocer a un nuevo bebé en casas donde ya hubieran peques, pero ha sido la experiencia en propias carnes de algunas situaciones que me han dolido en el alma por mi hija mayor lo que he ha llevado a escribir estos consejillos para que evitéis en la medida de lo posible lo que yo considero errores.
- Si vas a conocer al nuevo miembro de la familia lo primero es intentar saludar cuanto antes al hermano o hermanos del bebé y comentarle que el motivo de tu visita era verle a él. Dale un poco de conversación para que se lo crea.
- Si además quieres hacer un regalo al bebé asegúrate de llevar un detalle para el hermano. No hace falta gastarse un dineral: un playmobil, un animal Schleich, unos colores, un cuento, unas pegatinas… seguro que le encantan y evitan que se sienta desplazado u olvidado.
Yo opté en su día por tener algunas cositas de estas en casa. Si la visita se olvidaba de traerle un detalle a Emma, iba yo rauda a pasarle un paquetito reservado para tal fin. - Si haces cualquier comentario al pequeño evita el «y tú también…» o «y tú más» o fórmulas similares. Parece que no pero se dan cuenta. Y muchas veces, por si no fuera suficiente, además la frase viene después de una cara de circunstancias pues nos hemos dado cuenta de que el hermano mayor ha escuchado el piropo que hemos soltado al pequeño. En esos casos en mi opinión es mejor callarse o cambiar de tema. El y tú más no hace otra cosa que promover las comparaciones entre hermanos, cosa que deberíamos evitar pues no lleva a nada bueno y cada uno es único, diferente y especial a su manera.
- Algo que no me gusta nada son los típicos comentarios que indican la nueva responsabilidad que se le adjudica automáticamente al otro u otros hermanos por el hecho de tener más edad. Los «ahora tienes que ayudar a los papis con XX», «¿a que cuidas mucho a tu hermanito/a?» y otras frases que seguro se sueltan con buena intención pero no me gustan nada. Los hijos son responsabilidad de los padres y de nadie más, que somos quienes hemos decidido tenerlos, con todas las consecuencias. Dejemos a los niños ser niños por favor.
Tener un hermanito debería ser motivo de felicidad para cualquier niño y está en la mano de todos los adultos de su entorno el tratar de facilitar en la medida de lo posible que así sea, ¿no os parece?.
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