¿Cuántas veces se te ha volcado la silla de tu hijo por cargarla demasiado?. ¿Cuántas veces la has dejado en un «perfecto equilibrio» hasta que tu pequeño ha colocado algo nuevo encima de la capota?. ¿Cuántas veces te ha golpeado las piernas porque tu hijo se ha levantado de repente eliminando el contrapeso?.
Seguro que si no a todas estas preguntas a la mayoría has respondido con un «muchas» bien grande. Y con cierta consternación. Creo que este es uno de los grandes rollos de pasar del carro grande con capazo a uno más ligero.
Yo he visto de todo: desde pesos que se colocan en la parte delantera para aumentar el peso (los tengo y son muy útiles), hasta colocar el carro con el manillar apoyado en la pared de modo que ésta hace tope (también lo he hecho).
Hasta que un día conocí el antivuelco Ponny y casi que se me iluminó la cara. Fue gracias a un sorteo y me dije: «Esto tiene que ser mío». Me apunté cruzando los dedos para ser la afortunada y quiso el destino que así fuera, aunque creo que de no haberlo sido también me habría hecho con él porque, de verdad, para mí es el accesorio más útil para las sillas de paseo.
Es superfácil de instalar en las sillas para las que es compatible. Solo se necesita un destornillador de estrella mediano y una llave allen de tamaño pequeño.
Ese «caballete» como lo ha llamado alguna persona que me han preguntado por él al verlo en la calle me permite ir a comprar y no andar con mil ojos indicando a mis hijas que antes de levantarse me avisen. O tener la tranquilidad de comprar huevos o yogures y saber que van a llegar a mi despensa sanos y salvos.
Como una imagen vale más que mil palabras y creo que verlo en funcionamiento es mucho más explicativo que cualquier rollo que os cuente por aquí, os dejo un pequeño vídeo que he creado.
2 Comentarios
¡Pues qué invento!
Parece una tontería pero puede evitar más de un susto. Esos son los detalles que nos ponen más fácil las cosas, ¿no?
Utilísimo para mí!!
Saludos,