Vestir a los bebés puede convertirse en una odisea en función del tipo de prendas que eligas. Y además ponerles un body es especialmente sensible: no queremos que pasen frío mientras se lo ponemos pero si lloran y protestan cuesta vestirlos rápidamente. Por aquí mi truco personal para evitar esta situación.
Ser la primera mami de varios grupos de amigas además de tenerme medio acobardada al principio, hizo que me convirtiera, por llamarlo de alguna manera, en la portavoz del «consultorio» de la maternidad. Cosa que veo normal. Por experiencia sé que nada asusta más que enfrentarse a esa nueva vivencia siendo una novata total. Es por ello que estoy acostumbrada a que me consulten cosas o me cuenten sus preocupaciones. Y ya casi doy por sentado que cuando quedo con ellas parte de la conversación consista en diversas preguntas sobre maternidad y crianza.
Últimamente el tema recurrente era el mismo: varios amigos tenían un problema común a la hora de vestir a sus pequeños: el body.
Todos decían cosas tipo: «la ropita no hay problema por los botones, pero en cuanto le metes algo por la cabeza se pone como loc@» y cuando yo les preguntaba si al ponerlo por las piernas les pasaba lo mismo la reacción también fue muy similar «¿¿por las piernas??», «pero si por ahí no cabe…».
Así que en un par de ocasiones les hice una demostración práctica con sus propios bebés y, en ninguno de los casos el peque lloró (y eso que era casi una desconocida y no uno de sus papis el que lo hacía…).
Sin lugar a dudas, tal y como os contaba aquí, mi body favorito para vestir a los peques es de los que se abren como un kimono y tienen botones de presión (o clicks, como yo los llamo) para cerrarlos. Aún así si los papis no tienen de este tipo, la mayoría de bodies están pensados para que se abran completamente en la parte superior, ya sea mediante clicks en uno o ambos hombros o gracias a su costura en forma de barco, con lo que podemos pasar el cuerpo entero del bebé.
Además, si usas el body kimono o les pones un body convencional por las piernas, los bebés en ningún momento dejan de ver a la persona que les está vistiendo. Así no se asustan al quedarles la cabeza tapada, y podemos estar haciéndoles carantoñas o hablándoles durante todo el proceso para que estén más calmados.
Recordaba haber hecho un vídeo sobre ello cuando mi peque no tenía más que unos meses, así que pensé que era una buena oportunidad para hacer un post sobre ello y acompañarlo de la grabación. ¿No creéis?.
En cualquier caso aquí va nuestro sencillo vídeo que espero ayude a muchos papis primerizos (bueno y a los no primerizos también, claro está):
¿Alguno de vosotros usaba este truco u otro similar para que vuestros bebés no lloraran al vestirlos?
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