De un tiempo a esta parte me he hecho esta pregunta pero en primera persona, «¿ve mi hija demasiada tele?». En mi opinión la respuesta es sí porque a mí me gustaría que no viera nada de nada y no es así. Os voy a poner en antecedentes.
En mi casa no vemos la tele casi nunca. Nos va más el ordenador y, como mucho, nos ponemos alguna serie después de comer y/o antes de dormir, pero poco más. En casa de mis padres y mis suegros, sin embargo, es otra cosa. Hacen prácticamente todo con la tele encendida, aunque sea de fondo, e incluso comen con ella, cosa que a mí no me gusta nada. Opino que a los adultos nos aleja de las conversaciones personales, de la oportunidad de charlar y compartir nuestro día a día y a los niños, además de privarles de un rato de interacción con los adultos, los distrae sobremanera y les ralentiza para comer.
En nuestro caso, como en verano nos instalamos en el apartamento de mis padres y convivimos con ellos, Bolita ha estado mucho más expuesta a la tele. En una ocasión mi padre le puso Pocoyó y ¡madre mía lo que hizo!. A raíz de ahí la peque le pide a todas horas «Copollo, copollo» y además que se siente con ella a verlo.
Sin darse cuenta, mi padre le creó una «necesidad», la de ver Pocoyo, y una «relación», hacerlo con el yayo. De hecho, cuando mis padres no están, la peque se olvida de pedir la serie del niño de azul y se entretiene con otras cosas. Por eso me parece tan importante dedicar tiempo a leer, pintar, jugar, saltar, cantar o realizar cualquier otra actividad con ellos, para que esas necesidades y esas relaciones se orienten a otras cosas que les ayuden a desarrollar su imaginación buscando nuevas maneras de entretenerse con o sin sus papis.
A su amigo «Copollo», se ha unido «Papís» (Peppa Pig) recientemente gracias a mi hermana>:[ y la verdad es que una vez ve un capítulo no para de pedir otro y otro y sólo uno más… así hasta el infinito, cosa que no me hace mucha gracia. En casa lo hemos conseguido limitar, de momento, a un par de capítulos, eso sí en inglés, antes de dormir. Veremos cómo evoluciona su «adicción».
Por si fuera poco, si lo que ven son dibujos o programas infantiles en un canal «normal» encima les exponemos a muchísimos minutos de publicidad muchas veces descontrolada. Con esto me refiero a que pueden bombardearles con juguetes (como ha pasado estas últimas semanas), o lo que es peor ver anuncios machistas, paternalistas o que publiciten productos de una manera poco ética. Dejémoslo en que los niños creen todo lo que ven o les cuenta la voz en off de los anuncios y quieren mucho de eso que les está enseñando la tele. Y eso los encargados de marketing lo explotan sin miramientos. Buff, ¡¡este tema me pone negra!!.
Sé que a veces a los padres nos puede llegar a venir bien el «descanso» de tener a nuestros hijos «entretenidos y tranquilitos» un rato, de hecho hay momentos (como viajes largos en coche) en que se agradece que pase el tiempo más fácilmente gracias a las pantallitas), pero no debemos caer en la comodidad de abusar de la televisión o de llegar a convertirla en «uno más de la familia» como sé que ocurre en muchas casas con niños. Creo que merece la pena esforzarnos para que esto no ocurra.
Soy consciente de que la tele en sí no es «mala», si no el uso o abuso que se puede hacer de ella, aún así no dejo de pensar en que me encantaría que mi peque el día de mañana disfrutara más de un buen libro que de una pantalla. En cualquier caso, como lo importante es que sea feliz y decida por si misma, ella elegirá que prefiere y yo lo tendré que asumir (aunque sea con un poco de amargura en el fondo de la garganta).
4 Comentarios
Estoy de acuerdo contigo totalmente. En general nos preocupamos por tantas cosas; como darles de comer, dormirlos, etc,…Me sorprende que en la sociedad no se informe mejor de las repercusiones negativas del uso de pantallas en niños tan pequeños.
En mi doctorado estoy especializandome en el tema y yo a mi pequeña se le intento restringir la tele lo máximo posible. Aunque me pasa lo mismo, y ella ya ha estado expuesta a su querido «poco», y todos los dias me lo pide (gracias a familiares que no entienden que no deje a la pobre ver dibujitos,..ayy).
Ahora que me lo pide, he de reconocer que alguna vez se lo pongo un poco, sobretodo el dia que esta malita. Creo que lo importante sobretodo es que el contenido de lo que vean sea lo más adecuado a su edad y que no vean publicidad!!! Y que por supuesto ver la tele sea una cosa muy minoritaria respecto a todas las actividades del dia.
Gracias por este post. Como siempre me encantan leer tus puntos de vista 😉
Hola Miriam,
Ay, me parece que nos pasa lo mismo con los familiares, tendremos que aprender a llevarlo lo mejor posible.
Estoy deseando conocer todas tus conclusiones cuando termines el doctorado.
Un abrazo y gracias por comentar
El otro día precisamente mi marido y yo hablábamos de esto mismo, de cómo la cantidad de tele que nosotros veamos le puede influir a la niña (que coge el mando y no lo suelta :-P)
La conclusión a la que llegó mi marido es: si va a imitar lo que yo hago, casi mejor que me vea leyendo.
Casi me lo como a besos
Uff si os pasa como a nosotros con las influencias de la familia lo tenéis crudo.
Además creo que en parte tenemos algo de culpa los papis, pues nos ven con el móvil en la mano demasiadas veces al día y ellas también quieren comprobar qué tiene esa pantallita a la que le hacemos tanto caso…
Un abrazo y sí, qué razón tiene tu marido!!