Sólo de pensarlo me entra bajonazo. En exactamente 2 semanas volveré a trabajar tras 2 años de excedencia para cuidar a mi peque. 🙁
Y sé que he sido una privilegiada. De hecho hace poco mi amiga Raquel publicó una entrada al respecto. La suya es más dura porque su bebé tiene apenas cuatro meses.
Desde que tuve a Emma, hace casi dos años y medio, la separación más larga fue de unas 9h un único día por lo que se me hace muy cuesta arriba pensar que a partir de ahora no podré estar con ella a toda hora de lunes a viernes. No quiero ni imaginar cómo será para todas las mamás que, como Raquel, tienen que hacerlo al final de esas fatídicas 16 semanas…
Cuando me quedé embarazada mi marido y yo acordamos que cogerme una excedencia era la mejor opción para nuestro bebé. Un poco antes de nacer Bolita él se quedó en el paro y tardó bastante tiempo en encontrar otro trabajo, pero decidimos seguir adelante con la excedencia, aunque eso ha supuesto llevar el cinturón muy, pero que muuuuy apretado… pero aún así, nos compensaba.
Y me reitero reconociéndome muy afortunada. Mi trabajo y mi situación económica (que lógicamente ha empeorado en este tiempo) ha hecho posible que estuviera en casa con mi bebé hasta ahora. Hay quien no puede disfrutar de una excedencia porque en su trabajo no se lo permiten (por mucho que diga la ley, todos sabemos como está el patio y entiendo que no va nadie a arriesgarse a perder el empleo) o porque aunque en su empresa se lo permitieran, con un solo sueldo no podrían sobrevivir.
Aún nos queda mucho por conseguir como que se cumplan las leyes o que el periodo de baja maternal sea más largo como en otros países… pero quiero ser optimista y pensar que poco a poco se lograrán mejoras en el ámbito de la maternidad/paternidad y la conciliación.
Igual estoy adelantando acontecimientos, pero sólo de imaginarme viéndola dormida al salir de casa o estar yo en mi oficina pensando qué estará haciendo mi peque, si pensará en mí… se me «lubrican» los ojos. Sé que será duro para mí, pero lo peor será pensar en lo difícil que va a ser para Bolita. Sobre todo teniendo en cuenta que últimamente tiene una mamitis a lo bestia. Ni su padre, que antes era su refugio personal, puede consolarla. Sólo quiere mamá para todo. A la voz de: «tú no, mami», quiere que la abrace, le ayude a lavarse los dientes… ¡¡¡Bufff!!! Creo que mejor no pensarlo, aunque no creo que pueda.
Cuando llegue el día fatídico os contaré por Facebook y Twitter cómo me va el día y conforme pasen las semanas haré un balance y una entrada recogiendo mis sensaciones y lo que me pueda transmitir Bolita.
¡¡¡Mandadme ánimos que los necesitaré!!! 🙁
3 Comentarios
Muchísimo ánimo guapetona con la reincorporación al trabajo…es un momento duro y más después de haber tenido la suerte de poder pedirte la excedencia de dos años para criar de tu hija, pero piensa que lo que has disfrutado con ella ha merecido muchísimo la pena y que ahora comienza una nueva etapa para ambas en la que toca adaptarse, es más a mi me pasó como a Raquel tuve que dejar a mi hija con poco más de 5 meses, y las primeras semanas fueron duras, a pesar de que la dejaba con mi madre y tenía noticias de todo durante todo el día, pero bueno al final nos fuimos adaptando no quedaba más remedio, y aprendí a disfrutar a tope de todo el tiempo que pasaba con ella que aunque era mucho menos que antes de volver al trabajo, lo exprimía la máximo y lo valoraba muchísimo. Un besazo y ya nos irás contando qué tal va todo.
No nos queda otra que adaptarnos, es una pena.
Aunque como ya digo yo me doy con un canto en los dientes porque hoy en día sé que son poquísimas las personas que pueden disfrutar de una excedencia, así que eso me llevo.
Y por supuesto tendré que aprender a exprimir los ratos que estemos juntas.
Os iré actualizando cómo llevo o llevamos la separación.
Un beso!!
[…] algunos ya la sabéis porque la conté en mi facebook personal hace un par de días. Como sabéis, hoy me he reincorporado al trabajo después de 2 años de excedencia, así que el miércoles por la noche le pregunté “Cariño, […]